Condenas del caso Lucio Dupuy: la cronología del niño al que nadie vio

La Justicia de La Pampa declaró culpables a la madre del nene y a su pareja. La pena se conocerá el 13 de febrero.

Sin sorpresas, Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez fueron declaradas culpables por el crimen de Lucio Dupuy. La madre del nene y su pareja no estuvieron en la sala de audiencias. Esperaron el fallo en el Complejo Penitenciario N° 1 de San Luis, adonde están detenidas. Ahí esperarán también la pena, que se conocerá el 13 de febrero.

Los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora las encontraron coautoras de homicidio calificado. Para Espósito Valenti aplicó el agravante del vínculo que la unía con el nene pero fue absuelta del delito de abuso sexual gravemente ultrajante. Ese aplicó para Páez. La pena prevista para este tipo de delitos es la de prisión perpetua.

La escabrosa muerte de Lucio expuso lo que casi nadie vio a tiempo: meses y meses de malos tratos, abusos psicológicos, físicos y sexuales, de parte de su madre y la pareja de la mujer. El calvario duró poco más de un año.

Lo que sigue es una cronología del caso que conmocionó a todos:

5 de julio de 2016: Lucio Dupuy nace en General Pico, La Pampa pero desde el comienzo vive en Luján junto a sus papás, Cristian y Magdalena.

2018: Cristian y Magdalena se separan. Ella vuelve a La Pampa con el niño.
La situación socioambiental de la mujer -desempleada y sin estabilidad económica- se convierte en uno de los principales motivos para dejar a Lucio con su excuñado, Maximiliano Dupuy y su esposa. El nene vuelve a vivir a Buenos Aires. Sus tíos se ocupan de su crianza y escolarización.

Julio de 2020: Por decisión de los tíos, el papá de Lucio y la mamá, el nene se muda desde General Pico a Santa Rosa. Durante los meses previos, Espósito Valenti reclamó la tenencia del nene: aseguraba tener una vida estable y voluntad para criar a Lucio. Ya estaba en pareja con Abigail Páez. La familia Dupuy asegura que, más de una vez, realizó denuncias falsas ante la Policía para llevarse al nene.

Noviembre de 2020: La jueza Ana Clara Pérez Ballester homologa el acuerdo de las familias. Así, Lucio vuelve a la casa materna.

Diciembre de 2020: Lucio tiene al menos dos ingresos en guardias médicas de La Pampa por heridas y fracturas.

Enero y febrero de 2021: se repiten las consultas médicas por fracturas y traumatismos. A lo largo del año, Lucio sufriría distintos tipos de agresiones físicas. La autopsia señaló, más allá de la causa de muerte, cicatrices de larga data y marcas de agresiones sexuales recientes.

Agosto de 2021: una vecina llama a la Policía por los gritos en la casa materna de Lucio. No era la primera vez que escuchaba gritos, música a alto volumen y ruidos de golpes. La Policía no llegó al lugar, supuestamente, por tener mal la dirección. Tras el crimen, varios vecinos contaron que las dos mujeres ponían música a máximo volumen cada vez que le daban una paliza al nene. Los chats entre Espósito Valenti y Páez reconstruyeron la sucesión de golpizas que le daban, principalmente la pareja de la mamá.

26 de noviembre de 2021: Lucio regresa del jardín y es golpeado durante, al menos, dos horas. Muere en la noche por los golpes y torturas proferidos por su madre y la pareja de ella. Llegó al hospital ya sin vida. Las mujeres dijeron que habían sido víctimas de un robo pero los médicos no les creyeron y las denunciaron. Quedaron detenidas inmediatamente.

10 de noviembre de 2022: Comienza el juicio contra Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez. Por tratarse de un delito contra la integridad sexual de un menor, se realiza a puertas cerradas. Los fiscales acusan a las dos mujeres del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de realización con acceso carnal vía anal con un objeto agravado por haber sido cometido por la ascendiente (progenitora), con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años y todo como delito continuado en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía”.

Durante las audiencias, Espósito Valenti y Páez declaran ante el tribunal. “Se me critica a mí, pero no al progenitor, porque padre le queda grande. A él se lo justifica cuando la responsabilidad era de los dos. Sin embargo, en todo momento se desentendió de la criatura”, acusa la madre del nene. “(A Lucio) lo lloro en privado, me parece más humano”, expresa.

“Todo lo que puedan decir de mí es horrible, por eso le pido perdón a las personas se hayan sentido tocadas por el tema y por toda esta situación, y que lo lloran y lo extrañan como me pasa a mí y a su mamá. Quiero pedirles disculpas a mi familia y a mi mamá porque le fallé, porque ella no me enseñó estas cosas. No sé realmente lo que pasó, tengo muchas lagunas en la cabeza, y si no conté detalles es porque estoy muy traumada”, declara la madrastra de Lucio. “Sé que él (Lucio) me perdonó. Ojalá yo me pueda perdonar”, añade.

Los detalles de la autopsia fueron contundentes para la condena judicial. La filtración, central para sellar el repudio social a las dos mujeres. “En mis casi 30 años de profesión nunca vi algo así”, había declarado Juan Carlos Toulouse, el médico forense a cargo del peritaje al cuerpo de Lucio.

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