Desde el sector Cañadón del barrio Dos de Mayo, en Neuquén, vecinos se manifestaron nuevamente en la calle Casimiro Gómez para exigir soluciones ante la falta de agua en la zona. La situación, que lleva semanas sin resolución, ha generado indignación en la comunidad, especialmente entre familias que dependen de puntos de acceso lejanos para conseguir agua. Rigo Castaño, reportero en el lugar, explicó que la calle se encuentra bloqueada, con cortes tanto al norte como al sur, afectando la circulación para quienes intentan acceder desde la ex Autovía Norte.

“Queremos agua”, es el mensaje repetido en los carteles que sostienen los manifestantes. Cinthia Torres, vecina del sector, expresó su frustración: “Nos dijeron que vendrían el viernes, pero no vino nadie”. Según Torres, aunque el Instituto Provincial de Vivienda (IPV) había prometido una reunión tras un acercamiento la semana pasada, no se concretó ningún encuentro.

Una comunidad desprovista de un recurso esencial

Torres detalló la complicada situación que enfrentan las familias en el Cañadón. La falta de un abastecimiento adecuado ha llevado a los residentes a recorrer largas distancias en busca de agua. “Tengo que ir hasta el barrio Dos de Mayo, a la casa de mi mamá, para conseguir agua”, explicó Cinthia, quien asegura que esta es la única forma de acceder al recurso mientras esperan por la construcción de un tanque prometido.

La vecina también describió los impactos de la falta de agua en su vida diaria. “No puedo mandar a mis hijos a la escuela, no tenemos agua para lavar la ropa o cocinar”, manifestó con preocupación. La situación es particularmente crítica para las familias con niños pequeños, quienes, sin acceso al agua, ven afectada su higiene y alimentación.

Policía en el lugar, pero los vecinos mantienen su postura

A pesar de la presencia de fuerzas policiales, los manifestantes han decidido permanecer en el lugar. Según Torres, la policía ha dado un plazo de dos horas para desalojar el corte, pero la comunidad está determinada a continuar hasta que haya una respuesta concreta. “Nos vamos a quedar hasta que nos resuelvan algo”, aseguró Cinthia, advirtiendo que, de ser necesario, regresarán para reiterar su reclamo.

La dificultad de abastecimiento y un corte de agua programado agravan el problema

El Cañadón, ubicado en una pendiente de barda, presenta dificultades técnicas para el suministro de agua. Según explicó Castaño, el abastecimiento llega a través de mangueras domiciliarias, de bajo caudal, que no cubren las necesidades básicas de la comunidad. Esta infraestructura precaria se ve aún más afectada en momentos de baja presión, situación que impacta de manera crítica en los sectores más vulnerables.

Para complicar aún más el panorama, se anunció un corte programado de electricidad en la estación de bombeo Mari Menuco, que abastece a gran parte de Neuquén. Este corte, previsto para mañana por trabajos de mantenimiento en las líneas de media tensión de CALF, afectará el suministro de agua en distintos sectores, incrementando la incertidumbre para los vecinos del Cañadón.