El uruguayo arribó a Independiente en 2017 proveniente del Torino de Italia, en medio de un conflicto con Pumas de México que también le costó caro a la entidad de Avellaneda, y se marchó en 2020 por falta de pago, al igual que otros futbolistas que se encuentran en litigios con el club.
En medio de la crisis que atraviesa la institución por la renuncia de Fabián Doman a la Presidencia y previo al clásico ante Racing, el ente que regula el fútbol a nivel mundial volvió a darle un duro golpe al Rojo, que no si paga en 45 días quedará inhibido para incorporar, algo que ya transita por la deuda con el América de México.
Además del monto mencionado, el club deberá desembolsar U$S 300 mil dólares más en concepto de penalidad. El lateral izquierdo había llegado a un acuerdo por un plan de pagos, pero nunca se cumplió ni la primera cuota, por lo que la demanda fue reactivada.
Si bien desde Independiente podrán recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), lo cierto es que cualquier apelación solamente podrá demorar las fechas obligatorias de pago, pero en Avellaneda saben que tarde o temprano deberán saldar la deuda y ven poco probable que pueda revertir la situación.
Este revés por parte de la FIFA llega mientras el club atraviesa un juicio laboral con el delantero Gonzalo Verón, a quien tendrá que pagarle 2.300 millones de pesos, según determinó la Justicia en primera instancia, ya que desde el club presentaron un Recurso Extraordinario para apelar la sentencia.