El cantante está acusado por presunta privación ilegítima de la libertad.
El veredicto por el caso en el que el cantante de cumbia 420 y RKT Elián Valenzuela, más conocido por su nombre artístico L-Gante, se dictará el próximo 28 de octubre a las 12 en el Tribunal en lo Criminal número 3 del partido bonaerense de Mercedes.
L-Gante está acusado por presuntas «amenazas, privación ilegal de la libertad, amenazas calificada, tenencia simple de estupefacientes y encubrimiento calificado» en perjuicio de Darío Gastón Torres y Rosa Catalina Passi.
La fiscalía pidió siete años de cárcel efectiva para el intérprete por supuestas amenazas agravadas y daños.
Además, durante la lectura de los alegatos, los abogados querellantes del damnificado, Pablo Becerra, Leonardo Sigal y Rodrigo Aveldaño, solicitaron ocho años al «entender la carencia
de antecedentes penales por parte del acusado y sumar los agravantes correspondientes».
En tanto, Luciano Locatelli, defensor de L-Gante, pidió la absolución para su cliente.
El fiscal Adrián Landini señaló: «El señor Elián Valenzuela, en vez de recurrir a la Justicia, intentó solucionar las cosas a su modo, su modo está fuera de la ley y la ley es igual para todos. Estamos claramente ante los delitos de daño y amenazas agravadas».
El veredicto se dará a conocer el lunes 28 de octubre a las 12.
En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, Becerra, representante de Torres, consideró que L-Gante será condenado, mientras que reveló: «Durante la investigación fuimos amenazados de
muerte».
L-Gante fue denunciado por hechos que perjudicaron a Darío Gastón Torres y Rosa Catalina Passi, quienes aseguraron que fueron intimidados a punta de pistola luego de que varios de los integrantes de su grupo de amigos autoadenominados “La Maflia” fueron demorados durante un operativo a la salida de un boliche.
Las últimas palabras de L-Gante
El cantante reiteró su inocencia ante el juez Ignacio Racca y consignó que «estaba en la audiencia porque no quiso poner dinero», a la vez que elogió al fiscal y criticó a los querellantes: «Tienen una imaginación de director de cine o de un niño mentiroso».
En este sentido, cerró: «No me creo Dios y creo mucho en Dios, pero se me hace desagradable estar sentado frente a personas que se creen profesionales. Repito, hoy estoy acá por no permitir que me quiten mi dinero. Y voy a estar siempre a disposición de la Justicia».