La Fiscalía y la querella pidieron cuatro años de prisión para el productor agropecuario Ricardo La Regina, quien días atrás fue encontrado culpable por «daño agravado» en tres hechos y en uno por «crueldad animal» por la matanza de cientos de pingüinos en la reserva de Punta Tombo, en Chubut.

Además, requirieron una indemnización de 518 mil dólares y ampliar la protección ambiental a 500 hectáreas la estancia La Perla, donde se produjo el hecho.   

En la jornada en la que se conocerá la pena que recibirá La Regina, en el pedido coincidieron las querellas y la fiscal Florencia Gómez, mientras que el defensor Federico Ruffa solicitó una pena de un año de prisión, que sería excarcelable.

La Regina fue encontrado culpable por los jueces del Tribunal Superior de Justicia María Martini, Eve Ponce y Carlos Richieri por la mayoría de los cargos en los que fue imputado por afectar el medio ambiente y producir la muerte de pingüinos de Magallanes al realizar tareas de desmonte en su campo al norte de la reserva faunística de Punta Tombo en 2021 y esta tarde el tribunal discutía la pena que recibirá.

«Este tribunal colegiado por unanimidad falla declarando a Ricardo La Regina como autor penalmente responsable de los delitos de daño agravado, un hecho en modalidad de delito continuado, en concurso ideal con el delito de Crueldad Animal», expresó el tribunal.

A La Regina lo responsabilizan por los daños provocados durante los hechos ocurridos entre el 10 y el 14 de agosto, el 10 y el 14 de septiembre y el 26 de noviembre y el 4 de diciembre de 2021.  No obstante, sólo en el último caso fue hallado culpable de crueldad animal, mientras que en los otros dos hechos fue absuelto de ese delito.

Cuando se declaró la culpabilidad, el jueves pasado, el Ministerio Público Fiscal de la provincia, mencionó: «Se trata de un caso sin antecedentes que afectó el ambiente, la biodiversidad, la flora y la fauna en un sector que debía ser protegido».

El juez Richieri y el imputado siguieron la audiencia a distancia, vía Zoom. Este último estuvo representado en la sala por su abogado defensor Ruffa.   

«Los jueces dieron por acreditada la existencia de cientos de pingüinos muertos, pero en ningún allanamiento ni ningún testigo vio un rasgo de un pingüino dañado», manifestó Ruffa.

Por último, el abogado sostuvo que «esos pingüinos claramente no fueron aplastados por una máquina y hablando con especialistas nos dijeron que tienen alta tasa de mortalidad en los primeros días. Primero dijeron que murieron por el colapso de la tierra y después cuando le pregunté si había visto pingüinos aplastados dijo que sí y que después se pulverizaron y desaparecieron. No hay rasgos de pingüinos desgarrados porque no lo hubo».