
El uso de celulares en las escuelas volvió al centro del debate en la Legislatura de Neuquén, con fuertes posturas a favor y en contra de regular o prohibir su utilización durante las horas de clase. El tema, que ya había sido abordado en proyectos anteriores, cobró nuevo impulso esta semana con la presentación firme de la diputada Gisselle Stillger, de Arriba Neuquén, quien propuso una prohibición total de los dispositivos móviles en las aulas.
En vivo en el programa «Blanco o Negro» de Abel Rojas, la diputada debatió con Carlos Coggiola, diputado de Neuquén Federal, autor de un proyecto que plantea una regulación del uso académico del celular, defendiendo cada uno sus respectivas iniciativas.
“Los celulares generan adicción, ansiedad y distracción. No hay clase que pueda competir con ellos”, sostuvo la diputada Stillger.
Por su parte, Coggiola aclaró que su proyecto no busca la prohibición total: “Planteamos una restricción para uso estrictamente académico, bajo control docente y con consentimiento previo de los padres. Es fundamental tener un marco normativo que respalde al docente frente a posibles conflictos con las familias”.
Ambos coincidieron en un punto central: el celular se ha convertido en un problema dentro del aula y es necesario actuar. “La calidad educativa está en juego”, advirtió Coggiola.
El Consejo Provincial de Educación (CPE) aportó su visión técnica al debate: rechaza la prohibición total y propone una regulación. “Reconocen que es una herramienta útil en contextos donde no todos los estudiantes tienen acceso a computadoras. Pero insisten en limitar su uso exclusivamente a fines pedagógicos”, explicó el legislador.
Las voces docentes no se hicieron esperar. “Estamos cansados de que los alumnos estén más pendientes del celular que de la clase”, expresó un maestro en vivo. “Las escuelas comunican tareas por redes sociales. Pero eso es responsabilidad de los adultos, no de los chicos. A los chicos les afecta la atención, la vista, el sueño, la salud mental”, alertó otra oyente.
Uno de los argumentos más sólidos del sector prohibicionista apunta a la salud mental. Stillger fue categórica: “La nueva pandemia es la ansiedad. Las consultas psicológicas por este motivo se han disparado. En países como Francia, donde se prohibió el uso del celular en las escuelas, la ansiedad bajó un 50% y mejoró la atención escolar”.
La diputada también cuestionó el uso de los dispositivos durante los recreos: “Los chicos no se relajan, no se vinculan. Se aíslan. El celular afecta la socialización y eso es grave”.
¿Qué sigue en la Legislatura?
Ambos proyectos serán analizados en comisión, y los legisladores aseguraron que convocarán al gremio docente y a otros actores del sistema educativo. “Es imprescindible escuchar a quienes están en el aula todos los días”, afirmó Coggiola.
Stilger, en tanto, subrayó que su propuesta es una medida barata, inmediata y efectiva para comenzar a mejorar la calidad educativa: “No se necesita inversión. Solo decisión política y compromiso social”.