
La Tierra habla y en cada evento climático extremo recurrente y severo, nos advierte que la estamos sobrecalentando con gases de efecto invernadero (GEI), que cada vez la contaminación del aire es mayor y que el planeta es un poco más cálido cada año.
Un nuevo informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y Climate Central reveló que el cambio climático alcanzó niveles sin precedentes en los últimos meses.
Entre diciembre de 2024 y febrero de 2025, el aumento de la temperatura media global superó por primera vez los 1,5 ºC respecto a la era preindustrial, lo que convierte a 2024 en el año más cálido de los últimos 175 años.

“Aunque un solo año por encima de 1,5 °C de calentamiento no indica que los objetivos de temperatura a largo plazodel Acuerdo de París estén fuera de nuestro alcance, es una llamada de atención para que tomemos medidas”, afirmó la argentina Celeste Saulo, presidenta de la OMM.
El informe también hace foco en nuestro país: el estudio detalla que Argentina registró la peor anomalía climática del continente sudamericano durante el último trimestre.

Según el análisis, los efectos del cambio climático antropogénico, generado por la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas, se manifestaron en diversas regiones del mundo con temperaturas extremas.
“Las claras señales del cambio climático inducido por el ser humano alcanzaron nuevos niveles en 2024 y algunas de sus consecuencias serán irreversibles durante cientos, si no miles de años”, señala el informe.
“Los datos de 2024 muestran que nuestros océanos siguieron calentándose y el nivel del mar siguió subiendo. Las partes congeladas de la superficie de la Tierra, conocidas como criósfera, se están derritiendo a un ritmo alarmante. Los glaciares siguen retrocediendo, y el hielo marino de la Antártida alcanzó la segunda extensión más baja jamás registrada. Mientras tanto, el clima extremo sigue teniendo consecuencias devastadoras en todo el mundo”, agregó Saulo y destacó que “todos los diez años más calurosos registrados se han producido en los últimos diez años (2015-2024)”.
Una crisis climática con impacto global
El estudio, que abarcó 220 países y 940 ciudades, destacó que una de cada cinco personas en el mundo experimentó una fuerte influencia del cambio climático cada día durante el período analizado.
Además, cerca de 394 millones de personas padecieron más de 30 días de calor extremo, con los riesgos para la salud que esto implica. La mayoría de los afectados se concentró en África (74%), donde las temperaturas superaron los valores históricos registrados entre 1991 y 2020.
El informe también alertó sobre el aumento del nivel del mar, que duplicó su ritmo desde el inicio de las mediciones satelitales. El contenido de calor en los océanos alcanzó su máximo nivel en 65 años de registros observacionales y cada uno de los últimos ocho años ha establecido un nuevo récord.

El aumento del nivel del mar -donde es almacenada el 90 % de la energía atrapada por los gases de efecto invernadero en el sistema de la Tierra- también se ha acelerado, pasando a un ritmo dos veces mayor desde el inicio de las mediciones satelitales.
También, la pérdida de masa glaciar entre 2022 y 2024 fue la más severa de la historia. En los últimos 18 años se registraron los niveles más bajos de hielo marino en el Ártico, y también las menores extensiones de hielo en la Antártida en los últimos tres años.
“Se ha producido la mayor pérdida de glaciares jamás registrada. Y el aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos tardarían entre 100 y 1000 años en revertirse, incluso si empezáramos hoy», alerta el trabajo.

A esto se suma un incremento en la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos. Huracanes, tormentas y olas de calor afectaron a regiones que históricamente no experimentaban estos eventos con tanta recurrencia.
“Cada fracción de grado adicional en la temperatura media global aumenta los costos y riesgos para la humanidad”, advierte el informe.
El impacto no se limita a la temperatura y el nivel del mar. También se observaron efectos en la biodiversidad, con la alteración de ecosistemas que afectan a la seguridad alimentaria y el acceso al agua potable.
Los científicos alertan que los cambios en los patrones climáticos pueden intensificar sequías y afectar la producción de alimentos a nivel mundial.
“Los datos de 2024 muestran que nuestros océanos siguieron calentándose y el nivel del mar siguió subiendo. Las partes congeladas de la superficie de la Tierra, conocidas como criósfera, se están derritiendo a un ritmo alarmante. Los glaciares siguen retrocediendo, y el hielo marino de la Antártida alcanzó la segunda extensión más baja jamás registrada. Mientras tanto, el clima extremo sigue teniendo consecuencias devastadoras en todo el mundo”, precisó Saulo desde la OMM.
Y concluyó: “En respuesta a esto, la OMM y la comunidad mundial están intensificando los esfuerzos para reforzar los sistemas de alerta temprana y los servicios climáticos para ayudar a los responsables de la toma de decisiones y a la sociedad en general a ser más resistentes a los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos”. Y advirtió: “Estamos avanzando, pero tenemos que ir más lejos y más rápido. Sólo la mitad de los países del mundo cuentan con sistemas de alerta temprana. Esto debe cambiar”.
Argentina y la peor anomalía climática de Sudamérica

El informe elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y Climate Central precisa que nuestro país registró la peor anomalía climática del continente sudamericano durante los primeros tres meses del año.
En los meses de verano austral, la desviación de los valores de temperatura se ubicó casi un grado por encima del promedio de los últimos 30 años.
De acuerdo al estudio, la anomalía en Argentina fue de 0,9 grados. Luego le siguen la de Venezuela, Paraguay y Ecuador, con 0.7 grados, por encima del promedio histórico. Luego aparecen Guyana y Bolivia (0,6 grados), Chile (+0,4 grados) y Colombia (+0,3).
Este incremento forma parte de la tendencia global: “El récord de temperaturas en 2024 se atribuye al aumento continuo de emisiones de gases de efecto invernadero y a la transición del fenómeno de La Niña al de El Niño”, explica el estudio. Además, el calentamiento del océano en las últimas dos décadas se duplicó en comparación con el periodo 1960-2005.
En el continente americano hubo 100 eventos climáticos extremos reportados entre los cuales se observaron olas de calor, sequías, inundaciones y ciclones tropicales, que causaron 354 muertes, 1,1 millón de heridos y 28.900 desplazados.
La descripción de los expertos climatólogos incluyen incendios forestales en Chile, sequías en México y partes de América Central, inundaciones en el sur de Brasil y olas de calor en Argentina.
Sobre nuestro país se destaca que las olas de calor provocaron un incremento en la demanda energética y afectó la salud de miles de personas, especialmente en grandes ciudades como Buenos Aires, Bahía Blanca, Córdoba y Rosario.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) reportó récords de temperatura en varias provincias, lo que generó preocupación en sectores como la agricultura, donde el calor extremo y la falta de lluvias impactaron en los rendimientos de los cultivos.
Durante el trimestre analizado en el trabajo internacional, se reporta que en nuestro país hubo 40 días con condiciones extremas de calor, de los cuales 14 se atribuyen al cambio climático.
Además, la crisis climática se vio reflejada en incendios forestales más intensos en regiones como el Litoral y la Patagonia, donde las altas temperaturas y la sequía prolongada favorecieron la propagación del fuego. Las autoridades advirtieron sobre la necesidad de fortalecer medidas de prevención y respuesta ante eventos extremos que podrían volverse más frecuentes en los próximos años.
Una tendencia que sigue en ascenso
Los datos de la ONU y la OMM refuerzan la urgencia de tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del calentamiento global. Si bien existen acuerdos internacionales para frenar el cambio climático, los científicos advierten que las acciones deben acelerarse para evitar impactos más severos en las próximas décadas.
El informe destaca la importancia de fortalecer las políticas de adaptación y resiliencia, especialmente en países en desarrollo que son los más vulnerables a los efectos del cambio climático. Entre las recomendaciones, se incluye la implementación de energías renovables, la mejora en la gestión del agua y la protección de ecosistemas clave como bosques y humedales.
Mientras tanto, los datos confirman que el planeta está experimentando una transformación climática sin precedentes, cuyas consecuencias podrían ser irreversibles en el largo plazo. La comunidad científica insiste en que, aunque el calentamiento global ya está en marcha, aún hay margen para actuar y reducir sus impactos a través de políticas efectivas y compromisos internacionales sólidos.
Las principales conclusiones del estudio climático incluyen:
• Al menos una de cada cinco personas en el mundo sintió una fuerte influencia del cambio climático cada día desde diciembre de 2024 hasta febrero de 2025.
• Casi 394 millones de personas experimentaron 30 o más días de calor extremo debido al cambio climático durante los últimos tres meses. La mayoría de estas personas (74%) vive en África. Los días de calor extremo son días con temperaturas superiores al 90% de las registradas en una zona local entre 1991 y 2020. Los riesgos para la salud relacionados con el calor aumentan cuando las temperaturas superan este umbral local.
• En la mitad de los países analizados (110 de 220), la persona promedio experimentó temperaturas fuertemente influenciadas por el cambio climático durante al menos un tercio de la temporada (30 días o más).
• En 287 ciudades, la persona promedio experimentó temperaturas con una fuerte influencia del cambio climático durante un tercio de la temporada (30 días o más).