Olveira informó en un comunicado que «este viernes 24 de marzo, después del acto en Tribunales convocado por la agrupación «Les Jóvenes», comenzaré un ayuno por siete días».
«El 7 en la literatura bíblica significa plenitud. El ayuno es una práctica de la religión judía, musulmana (que ayer justamente empezó el ayuno de Ramadán) y de cristianos para purificarse y purificar», describió.
«Y comienzo sabiendo como decía el Padre Carlos Mugica que ‘yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga con su propia hambre'», advirtió.
Olveira dijo que «por las y los empobrecidos de nuestra Patria es el ayuno, ellos que para tener internet en su casa para que sus hijos/as puedan estudiar han de pagar 3.000 pesos por mes ya que esta Justicia bloqueó que las telecomunicaciones sean un servicio público regulado por el Estado. Plata que debía ir a comprar un pedacito de carne y no seguir solo comiendo polenta y fideos».
«Es porque hoy 8 de cada 10 genocidas están fuera de las cárceles. Es porque hoy lo que más atenta contra nuestra democracia es este poder judicial que convive impunemente con el llamado poder real como vimos descaradamente en Lago Escondido y en otras conversaciones espurias», abundó.
También resaltó que la protesta «es para mantener viva la llama de las y los 30.000 detenidos/desaparecidos. Hay lamentablemente demasiadas razones para exigir la renuncia de la Corte Suprema de Justicia, claramente también la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner capítulo argentino del partido judicial en América Latina».
El sacerdote informó que «cada día a las 19 celebraré la Eucaristía (la Misa) convencido de lo que Jesús dijo: ‘Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados’. E invito a acompañarme en la oración a creyentes y no creyentes, a hermanos y hermanas de otros Credos, cada uno/a con sus signos, sus trapos».
«Convoco frente al «Palacio» de Tribunales a las y los juristas que vengan a explicarnos lo que hace esta Justicia; a las y los maestros que vengan a dar clase; a las y los artistas plásticos que vengan a hacer sus obras; a las y los artistas musicales que vengan a cantar; a las radios que vengan a hacer alguno de sus programas; a las organizaciones sociales que traigan a sus compañeros/as que sufren los fallos de esta Corte», citó.
También convocó «a las organizaciones feministas que nos abren cada día el camino y que sufren en su propio cuerpo una justicia largamente esperada; a las y los políticos (en especial a los que llevan adelante el juicio político), a las y los sindicalistas, a las organizaciones juveniles, a los organismos de Derechos Humanos, a las y los hermanos de los Pueblos originarios, a las y los veteranos de Malvinas».
«Convoco a las y los hermanos de otras religiones a que se unan a rezar con nosotres, convoco a los Obispos, hermanos mayores míos en la fe, a que celebren la Misa con nosotres. Pero convoco no sólo acá en la Plaza Lavalle frente al Palacio de Tribunales sino en cada rincón de nuestra Patria, de la Antártida a Jujuy, de Malvinas a Corrientes», añadió.
«Convoco a los que me olvido de convocar porque Domitila no tuvo miedo y junto a cuatro mujeres campesinas pobres y un pueblo unido derrocó a la dictadura militar de su país, mas antes cuentan que un sólo David pudo con Goliat, será posible soñar que esta vez muchos Davises, muchas Domitilas por todo lo ancho y alto de nuestra Patria podamos conseguirlo?», aseveró.
El cura aludió así a Domitila Chungara, una líder obrera boliviana que luchó contra las dictaduras de René Barrientos y Hugo Banzer y que realizó huelgas de hambre con otras mujeres y sacerdotes de su país.