Cada vez es más frecuente que menores de edad se inserten en el mundo delictivo de las bandas del oeste neuquino. En barrio Cuenca VX, los vecinos aseguran que la única contención para que los niños y adolescentes no entren en la venta de drogas y la delincuencia «es el fútbol». Y ese el caso de la Escuelita Deportivo Cuenca XV.
Allí juegan «niños desde los 4 o 5 años hasta las categorías libre masculino y libre femenino», comentó Matías Quintremil, quién es su entrenador y también presidente de la Comisión Vecinal.
Actualmente, la Escuelita entrena en un espacio cedido por una vecina que se encuentra ubicado en calles Pérez Novella y Racedo. «Todavía no tenemos espacio, ni cancha de sintético, es un pedido que se ha hecho al Ejecutivo», indicó Quintremil.
Asimismo explicó que, tiempo atrás, el Municipio realizó una obra de cloacas en el barrio y «tomaron la cancha de Cuenca XV para guardar herramientas», la cual quedó en malas condiciones.
«Los chicos se nos están yendo de las manos y no nos están dando las herramientas para contenerlos», reclamó el referente barrial. De la misma manera, Patricia Rivas, tesorera del barrio, anunció que «hay muchos proyectos para mantener ocupados a los niños». «Ese es nuestro anhelo, esperamos poder cumplirlo y cumplirles a los vecinos», agregó.
Otros reclamos del barrio
Los referentes barriales indicaron que otros reclamos que han manifestado los vecinos es la falta de presencia policial en la zona y una mejora en el servicio de cloacas. «Al ser un barrio tan grande y con una sola Comisaría a nosotros se nos complica», advirtió Quintrimil y mencionó que en la Comisaría 18 «no dan abasto con el tema de la seguridad».
«Nos toca de cerca las drogas, las bandas… lo que vamos a tratar de pelear es que la Policía se haga más cercana al barrio y pedir un destacamento policial», agregó.
En tanto, sobre el tema cloacas, señalaron que es «lo más urgente ahora», que se avecina el verano. «Para desagotar un pozo sale arriba de los 20 mil pesos, la mayoría de la gente larga el agua para las calles y las calles son un desastre», contó Rivas.
Foto: imagen ilustrativa.