Atenas de Río Cuarto, equipo del Federal A, quedó en la mira de la justicia tras la denuncia de la Lotería de Córdoba. Los insólitos goles en contra que se hizo un defensor
Esta situación increíble está a la espera ahora de los resultados que se obtengan de las pericias de los teléfonos y las computadoras secuestradas en los allanamientos que comenzaron a ser peritados esta mañana por los técnicos del Departamento Científico de la Policía Judicial cordobesa. Hasta ahora Felippa y el resto de los investigados se mantienen en silencio y en las redes sociales del club sólo se hizo un posteo felicitando al plantel por haber llevado al equipo hasta instancias finales y culmina con la siguiente frase: “Este es el camino y el año que viene iremos por más, como siempre”. No se aclara si ese ir por más tiene que ver con intentar subir a la Primera Nacional o por más participación en los juegos de azar.
La situación, se insiste, no es privativa de Atenas de Río Cuarto sino que es un secreto a voces que el mundo de las apuestas está matando el verdadero espíritu del fútbol. Lo llamativo es que se realizó en un sitio oficial, lo que permitió avanzar en una causa judicial. En su momento en la fiscalía de Lanús se había abierto una investigación similar por presuntas derrotas a propósito de El Porvenir para beneficiarse con las apuestas ilegales que tuvo cinco jugadores imputados y que terminó con la condena de un representante, Brian Simone, a seis meses de prisión en suspenso. En realidad el fiscal Martín Rodríguez, que llevó la causa, supuso que había dado con la punta de un iceberg gigantesco donde se juntaban futbolistas, representantes y directivos. Es más, había en la mira seis hombres vinculados a los derechos económicos y federativos de players de más de 20 equipos de las categorías menores del Ascenso, pero hubo un pacto de silencio entre la mayoría de los protagonistas y así sólo se pudo dar con una persona responsable de aquel ilícito.
Otra de las irregularidades manifiestas se vienen dando en los torneos de Reserva de esas mismas categorías. Dos meses atrás Fénix que milita en la Primera B echó al entrenador y cinco jugadores y si bien maquilló la decisión en rendimiento deportivo la misma se tomó después de un partido donde perdía 8 a 0 con Excursionistas y el árbitro lo dio por terminado diez minutos antes de los 90 por falta de deportividad. El equipo venía en mitad de tabla pero extrañamente en tres de los últimos cinco partidos sufrió derrotas por 6-1 hasta aquel 8-0 suspendido. Algo similar pasó también con la Reserva de Deportivo Laferrere, que empezó de un día para otro a perder por goleada. Fueron cinco partidos consecutivos hasta que el club echó a medio plantel como responsables de actitudes alejadas al fair play. Más claro…
Quienes conocen el paño de las apuestas deportivas aseguran que son dos las vías por dónde se canalizan estas irregularidades. Por un lado una red de apuestas clandestinas a la vieja usanza de la quiniela blue, donde hay un par de grandes financistas, tomadores de apuestas que van a comisión y levantan dinero tanto en la semana como en los estadios y varios informantes que van tirando al instante las incidencias de los partidos. Cuando éstos terminan, quienes triunfaron se llevan su parte y el resto, como siempre, pierde. Esta era la teoría que terminó primando en el caso El Porvenir.
Por otro lado, sitios ilegales con base en China donde no se juegan montos exorbitantes pero sí los suficientes para vivir de esta actividad y que en la Argentina tienen detrás presuntamente a la mafia china. Pero esta hipótesis de trabajo que es la que más suena en el mundo del fútbol aún falta verificarse. Porque como se dice, se maneja todo en la clandestinidad. Salvo que alguien, con mucha confianza en sus datos y en su impunidad, juegue en un sitio oficial y revele toda la maniobra. Como acaba de ocurrir en la provincia de Córdoba.
Fuente: Infobae