n las vísperas de una nueva Cumbre de los Brics, el efecto generado tras el triunfo del libertario Javier Milei en las PASO encendió las alarmas de los países miembros del grupo que, a pesar de haberse mostrado a favor del ingreso de la Argentina en un principio, hoy lo ven con recelo. El foro que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica iniciará sus primeros debates, con sede en Johannesburgo y con foco en generar un contrapeso al dominio de las potencias occidentales, remarcando la importancia del Sur global. A pesar de la formalidad, Sudáfrica, quien actualmente preside el bloque, optó por no incluir en la agenda de la Cumbre la ampliación del grupo.
Las grandes potencias miembros continúan bregando por agrandar los Brics, con la posibilidad de sumar a la Argentina como también a Indonesia y a Arabia Saudita, pero encuentran en Sudáfrica la principal traba. Ante este panorama, el presidente Alberto Fernández, quien barajó la oportunidad de participar a raíz de la invitación formal del país africano, extensible además a 18 países más, optó por no hacerlo y en representación participará el canciller Santiago Cafiero el próximo jueves, de manera virtual.
«Cuál es el sentido de semejante viaje y esfuerzo si los BRICS no tienen previsto tratar la incorporación como se había pedido», remarcó a la agencia Noticias Argentinas un funcionario con despachos en Casa Rosada. La caracterización del diputado economista que mantienen algunos países como China y Brasil es otro de los puntos que complican el potencial ingreso del país. En los últimos días, Milei redobló sus críticas contra China, segundo socio comercial más importante -detrás de Brasil-, tras asegurar que de asumir no celebraría negociaciones «con países comunistas sin libertad».
También precisó que rompería todo tipo de relaciones con Brasil al calificar al presidente Luiz Inácio «Lula» da Silva de «zurdo salvaje apoyando dictadores, tipos que violan los derechos humanos, autócratas con sus manos manchadas de sangre». Al respecto, Oglobo, uno de los principales diarios de Brasil, remarcó: «Con Milei en la presidencia, las cosas cambiarían radicalmente de formato, para Brasil y todos los demás países Bric, empezando por China. A juzgar por su retórica, es probable que a Milei tampoco le interese unirse a un grupo con China y Rusia».
«Además de ser una fuente de alivio financiero y el segundo socio comercial de Argentina (detrás de Brasil), el país asiático es el miembro con más peso en los Brics y el principal motor de la expansión del grupo. ¿Por qué se invitaría a Argentina si en dos meses podría ser gobernada por alguien tan abiertamente hostil a China y Lula? Una estrategia contraria, incluir a Argentina impulsaría la adhesión del meta de Milei, pero sería una apuesta con dudosas ganancias», se preguntaron desde el medio brasilero.