Cuando el presidente Alberto Fernández se refirió al conflicto con la Ciudad por la coparticipación, abrió una enardecida discusión con la oposición, mientras legisladores oficialistas lo aplaudían.
«Es un honor que me insulte, diputado Iglesias», le dijo el mandatario a Fernando Iglesias, de Juntos por el Cambio, interrumpiendo por primera vez su discurso, que hasta ese momento había leído casi de corrido.
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El cruce se dio luego de que el Presidente hiciera referencia al conflicto que mantiene la Nación con la Ciudad por los fondos de la coparticipación.
En medio de un griterío, se llegó a escuchar que Iglesias le dijo a Fernández: «Basta de mentir», entre otros insultos que no terminaron de distinguirse en la transmisión oficial.
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Hasta ese momento, Iglesias le daba la espalda al Presidente. De esta forma, manifestaba «corporalmente» su rechazo a las afirmaciones de Fernández en el inicio de la Asamblea Legislativa.
Coparticipación
«No puedo ser indiferente al ver las asimetrías que separan a esta maravillosa ciudad de rincones de la Patria en donde se postergan los sueños de argentinos y argentinas que parecen condenados al olvido. Nosotros no queremos perpetuar tanta injusticia. Nosotros éticamente estamos obligados a poner fin a tanta desigualdad y sacar de la postergación a quienes han quedado sumergidos en la pobreza por imperio de políticas que concentran la riqueza con este criterio centralista que tanto rechazo genera en el interior de la Patria«, sostuvo.
Y continuó: «Los recursos coparticipables se distribuyen de acuerdo a las formas establecidas por una ley convenio que han firmado cada una de las provincias argentinas y el Estado Nacional. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires no forma parte de ese convenio. No tiene derechos sobre esos recursos. Debe recibirlos del Estado Nacional cuando este le transfiere un servicio que hasta ese momento prestaba. Esa decisión es parte de la gestión administradora del Poder Ejecutivo Nacional y no puede ser sustituida por otro poder de la república».