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Francisco, el transformador de la iglesia católica y luchador contra el capitalismo salvaje

Durante su papado puso énfasis en buscar un cambio en el orden económico social Arraigado en la Doctrina Social de la Iglesia, el papa Francisco transitó su papado con fuertes críticas al sistema neoliberal y en especial se pronunció en varias ocasiones contra el “capitalismo salvaje”. Su idea macerada durante su actuación como sacerdote en Buenos Aires, fue la […]

Durante su papado puso énfasis en buscar un cambio en el orden económico social

Arraigado en la Doctrina Social de la Iglesia, el papa Francisco transitó su papado con fuertes críticas al sistema neoliberal y en especial se pronunció en varias ocasiones contra el “capitalismo salvaje”.

Su idea macerada durante su actuación como sacerdote en Buenos Aires, fue la misma que instaló desde el primer día que fue ungido como el jefe máximo de la Iglesia Católica.

Esta posición provocó fuertes críticas del presidente, Javier Milei, quien supo defenestrar su idea, lo llamó “zurdo, hijo de puta” y lo calificó como “el maligno en la tierra”. Todo esto matizado con el mote de comunista.

No obstante, Francisco no se apartó demasiado de la doctrina católica de poner en primer lugar las necesidades de los más pobres y desposeídos, sumando también a los “migrantes” y el rechazo que provocaba su llegada a sociedades con mejores niveles de desarrollo. Francisco no renegaba del “mercado” como una herramienta para alcanzar mejoras dentro de las sociedades.

No solo cuestionaba las estructuras capitalistas que creaban crisis económicas y expulsan del sistema a los más desposeídos, también se posicionó a favor de los sectores sociales más vulnerables. En el Aula Pablo VI de la Santa Sede, el papa Francisco rezó ante un pesebre con las figuras de María, San José y el pequeño Jesús, acostado sobre una kefiah, la tela mundialmente conocida como un símbolo de lucha del pueblo palestino.

La Natividad fue enviada por maestros artesanos de Belén, realizada con madera de olivos de la Tierra Santa, sin embargo el simbolismo que delata la utilización del kefiah puede considerarse como un apoyo al pueblo Palestino ante la invasión de su territorio por parte de Israel. El uso de la kefiah simboliza su postura frente a la situación de vulnerabilidad del pueblo palestino, afectado por la guerra y los enfrentamientos armados con Israel.

A poco de su unción como Papa Francisco sostuvo que el actual orden económico “mata” porque es un orden económico que lo coloca por encima del beneficio de la dignidad humana dejando a muchos excluidos y marginados.

Siguiendo con los postulados del catolicismo y en línea con su pensamiento crítico, Francisco sostenía que “el dinero debía servir, no gobernar” en alusión a las corporaciones que generaban escenarios con la única búsqueda de maximizar ganancias son tener en cuenta al ser humano.

La economía no puede ser liberal”, sino que “tiene que estar al servicio de la sociedad”, era el concepto que solía repetir el extinto Obispo de Roma cada vez que se lo consultaba sobre su visión global.

Su pensamiento tuvo especial arraigo en sus fieles y en 2020 nació “La economía de Francisco” un foro que se dedicaba a difundir los pensamientos del Papa.

Meses antes, Francisco publicó una carta en la que invita a jóvenes emprendedores, empresarios  a forjar otra economía. Más de 2.000 jóvenes en todo el mundo fueron los precursores de en este camino. En esa nota llamó a un pacto” para cambiar la economía actual y dar un alma a la economía del mañana”.

La convocatoria fue con el objetivo de promover “a través de un pacto común, un proceso de cambio global que vea en comunión de intenciones no solo a los que tienen el don de la fe, sino a todos los hombres de buena voluntad, más allá de las diferencias de credo y de nacionalidad, unidos por un ideal de fraternidad atento sobre todo a los pobres y a los excluidos”.

Queridos jóvenes, sé que sois capaces de escuchar con el corazón los gritos cada vez más angustiosos de la tierra y de sus pobres en busca de ayuda y de responsabilidad, es decir, de alguien que “responda” y no dé la espalda. Si escucháis a vuestro corazón, os sentiréis portadores de una cultura valiente y no tendréis miedo de arriesgaros y de comprometeros en la construcción de una nueva sociedad. ¡Jesús resucitado es nuestra fortaleza!

Como os dije en Panamá y escribí en la Exhortación apostólica post-sinodal Christus Vivit: ¡Por favor, no dejen que otros sean los protagonistas del cambio! ¡Ustedes son los que tienen el futuro! Por ustedes entra el futuro en el mundo. A ustedes les pido que también sean protagonista de este cambio.  Les pido que sean constructores del mundo, que se metan en el trabajo por un mundo mejor”, fue uno de los párrafos más destacados de la nota por la cual convocó a los jóvenes para luchar contra el capitalismo salvaje.

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