La asociacion deportiva, social y cultural “Un Dia Diferente”, enfrenta una crisis de infraestructura que limita el acceso del público a los partidos. A pesar del creciente interés por el fútbol en la región, la falta de tribunas adecuadas y permisos de construcción obstaculiza el desarrollo de este espacio deportivo.
En diálogo con Radio 7, Ariel Aila, Director Deportivo Barrial, destacó que la convocatoria a los torneos de fútbol ha crecido de manera significativa. “Cada vez que hacemos un evento deportivo, más de mil personas asisten”, afirmó Aila, subrayando la importancia de poder ofrecer un lugar seguro y cómodo para los espectadores. Sin embargo, las tribunas son una necesidad urgente que ha sido ignorada por las autoridades.
El problema se complica debido a la falta de permisos para construir. Aila mencionó que las excusas son comunes, y que la administración municipal ha desestimado propuestas viables. “Siempre encontramos un ‘pero’ que nos impide avanzar en la construcción de las tribunas,” señaló. Este escenario provoca frustración entre los organizadores y los asistentes que ven cómo la falta de infraestructura limita la experiencia del fútbol local.
El impacto social de esta situación es notable. Aila destacó que los eventos deportivos no solo atraen a los amantes del fútbol, sino que también sirven como un medio para involucrar a la comunidad y alejar a los jóvenes de problemas como las adicciones. “La familia ha comenzado a acompañar a estos jóvenes en un entorno seguro, lo que es esencial para el desarrollo social del oeste neuquino”, explicó.
A pesar de los obstáculos, Aila enfatizó que existen posibilidades reales para construir las tribunas. “Hemos propuesto ubicarlas en un área de ocho metros donde, según nuestras evaluaciones, no interferiría con las infraestructuras existentes,” aseguró. Sin embargo, la falta de respuesta por parte de las autoridades ha llevado a la asosiación deportiva a sentir que sus necesidades son ignoradas.
La comunidad ha comenzado a organizarse y buscar soluciones. “Hemos enviado notas al Consejo Deliberante y planteado propuestas concretas, pero no hemos recibido respuestas efectivas,” lamentó Aila. Este clima de desinterés por parte de los funcionarios podría tener consecuencias negativas en la práctica del deporte y la cohesión social en la zona.
La situación es crítica, especialmente considerando el gran número de jóvenes que participan en ligas locales. Actualmente, hay alrededor de 58 equipos en categorías inferiores y 24 equipos en categorías libres, lo que genera un ambiente vibrante pero también caótico sin la infraestructura adecuada. “Necesitamos que alguien escuche y tome en serio nuestra demanda,” insistió Aila.
Finalmente, Aila hizo un llamado a las autoridades: “El deporte debe ser una prioridad para el gobierno, tanto municipal como provincial. Las tribunas en el oeste neuquino no son solo una necesidad, son una cuestión de seguridad y desarrollo social.”