Los gobernadores en ejercicio y los electos de Juntos por el Cambio se reunieron este miércoles para analizar la escena política e intentar tener una estrategia común luego de que asuma el presidente electo Javier Milei.
Luego del encuentro que tuvo lugar en la Casa de Mendoza, en la Ciudad de Buenos Aires, los mandatarios provinciales emitieron un comunicado donde manifestaron su voluntad de contribuir a la «gobernabilidad», al tiempo que advirtieron que a futuro tienen vocación de «influir en el rumbo del país».
A su vez, destacaron que su «rol es controlar la gestión del futuro gobierno» y mostraron convencimiento respecto de trabajar en conjunto con los representantes de su fuerza en el Congreso de la Nación en una estrategia política común.
Por otra parte, los gobernadores manifestaron su voluntad de «ordenar internamente» a Juntos por el Cambio. «Aportamos la presencia territorial que nos permitirá gobernar en 10 provincias al servicio de la tarea colectiva de sostener y fortalecer la Coalición», señala el documento.
Durante el encuentro estuvieron presentes el gobernador electo de Mendoza y anfitrión Alfredo Cornejo; el de Corrientes, Gustavo Valdés; el de Jujuy, Gerardo Morales; y los electos de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; de Chubut, Ignacio Torres; de Jujuy, Carlos Sadir; de Chaco, Leandro Zdero; de San Juan, Marcelo Orrego; de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y de San Luis, Claudio Poggi.
La previa de la reunión y el futuro de JxC
“Juntos por el Cambio se está reconvirtiendo y los 10 gobernadores son una genuina representación de eso y queremos contribuir con el país interactuando con el futuro gobierno nacional”, aseguró el gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, en declaraciones a Radio Splendid AM990 antes de ingresar a la reunión.
En tanto, Cornejo afirmó que el programa del nuevo gobierno está en «formulación» y que esperarán para ver de que se trata. «Esta mesa de 10 gobernadores va a seguir reuniéndose e intentando su ampliación», adelantó.
En esa línea, el mandatario provincial señaló que “Argentina tiene necesidades de reformas económicas fuertes, pero las reformas tienen que tener consenso político y el consenso hay que construirlo y conversarlo”.
Por su parte, el gobernador electo de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, expresó: «Vamos a trabajar en una agenda institucional de las provincias, para fortalecerlas, pero también del Congreso a través de nuestros partidos».
«Santa Fe necesita rutas. Somos una provincia productiva, que tiene campo, que tiene industria y tiene los puertos», enumeró, y denunció que la «desinversión» que llevó adelante el Estado nacional los últimos años a «perjudicado» a su jurisdicción y a la Argentina.
«Nuestra provincia le aportó mucho a nuestro país en los últimos años y de eso a vuelto muy poco», enfatizó Pullaro.
Otro de los que se manifestó en la previa del encuentro fue el gobernador electo de la provincia de Chubut, Ignacio Torres, quien intentó ser cauto respecto de las expectativas acerca del nuevo gobierno.
«Tenemos dos opciones: hacer futurología y sembrar terror para que a este gobierno le vaya mal, como algunos quieren hacer, o poner un manto de sensatez y darle tiempo al nuevo gobierno para conocer el gabinete y que haya una agenda de desarrollo para poder estudiar», expresó Torres.
«Nosotros como gobernadores electos queremos llevar certidumbre a la Argentina», consideró.
De este grupo de mandatarios provinciales, Cornejo y Valdés se mostraron más cerca de Bullrich y de su alianza con Milei antes de la segunda vuelta. En tanto, el jefe del radicalismo, Gerardo Morales, rechazó ese pacto y lanzó duras críticas a la postulación del libertario.
Después del triunfo de Milei en el balotaje, quien se presenta como el interlocutor entre los gobernadores y el presidente electo es Guillermo Francos, que fue elegido como ministro del Interior.
A futuro, este bloque de gobernadores tendrá la tarea de poder disociarse de sus propias estructuras partidarias para generar un proyecto común entre sus pares y fortalecer su posición en el Congreso.
Los mandatarios del PRO son los que la tendrán más difícil, ya que deberán aguantar la presión del ex presidente Mauricio Macri y la titular del partido Patricia Bullrich de apoyar las propuestas de los libertarios.