La denunciante declaró en diálogo con Radio 7 que “la situación de acoso comenzó hace tiempo y que, a pesar de haber solicitado reiteradamente al funcionario que dejara de contactarla fuera del ámbito laboral, él continuó con su conducta invasiva y abusiva”. La mujer relató que recibió mensajes obscenos y llamadas a toda hora, y que incluso el hombre llegó a su domicilio, perturbando su tranquilidad fuera del horario de trabajo.
Obregón informó que, luego de numerosos intentos por detener el acoso, decidió acudir al Consejo Deliberante, donde fue recibida por concejales que le brindaron su apoyo. Los funcionarios locales, según la trabajadora, no dudaron en respaldarla, aunque hasta el momento la municipalidad no ha tomado medidas contra el funcionario denunciado.
La trabajadora, quien había sido asignada inicialmente al sector de Pañol, señaló que su situación laboral empeoró tras realizar la denuncia. Fue trasladada a Espacios Verdes, lo cual percibió como un acto de represalia, ya que el cambio de sector no estaba justificado por motivos laborales. Sin embargo, a pesar de la denuncia formal, el director sigue en su puesto y mantiene contacto con ella, lo que agrava su angustia.
Obregón describió que esta situación de acoso ha tenido impactos devastadores en su vida personal. Como consecuencia de las tensiones generadas, se produjeron conflictos familiares que derivaron en la ruptura de su relación de pareja, dejándola sola y a cargo de su hijo. La trabajadora expresó que debe continuar asistiendo a su lugar de trabajo, aunque cada día enfrenta la presencia del funcionario que, según sus palabras, “se burla” de ella cuando la ve.
La denuncia fue radicada el pasado 28 de octubre, pero la trabajadora lamenta que no se hayan adoptado sanciones o medidas cautelares para protegerla. Su relato señala una sensación de impunidad que desanima a otras compañeras en situaciones similares a hacer públicas sus experiencias, por temor a represalias o a perder sus empleos. La damnificada aseguró que la misma persona acosa a otras compañeras.
También comentó que el miedo y la incertidumbre afectan su vida cotidiana, ya que teme por su seguridad. Afirmó que el funcionario tiene comportamientos inestables y teme que pueda llegar a cometer alguna acción violenta en su contra. La trabajadora expresó su deseo de que esta denuncia impulse cambios y brinde protección a otras empleadas que puedan estar atravesando experiencias similares de abuso de poder y acoso laboral.
Por último, la damnificada agradeció el apoyo de quienes la han acompañado en el proceso y espera que la justicia y la municipalidad actúen para prevenir situaciones similares. La trabajadora dejó claro que, a pesar del desgaste emocional y profesional, está determinada a continuar con su denuncia para que estos hechos no queden impunes.