Un incendio descontrolado en La Palma, España, ya arrasó con más de 4.600 hectáreas y provocó que 4.255 personas sean desalojadas. Pese a la voracidad del incendio que comenzó este sábado por la madrugada, que aún sigue sin estar controlado, se ha logrado ralentizar su avance.
En total fueron 100 los efectivos terrestres que trabajaron durante la última noche para apaciguar el incendio.
El presidente de la comunidad insular, Fernando Clavijo, reveló que se han encontrado con resistencia por parte de la población para llevar a cabo las evacuaciones, que se tuvieron que hacer en los municipios de Tijarafe y Puntagorda.
Uno de los grandes temores es que el fuego se llegue a propagar hacia el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Lo que también preocupa es la previsión meteorológica y el rápido avance de las llamas, impulsadas por un fuerte viento.
El control del siniestro «va a ser muy complicado», señaló Vicente Rodríguez, el alcalde de la localidad de Puntagorda, la más afectada. Asimismo, consideró que las evacuaciones se «están haciendo a destiempo», pero destacó que se han protegido y salvado muchas casas.
Además, remarcaron que en la zona «hay resistencia a abandonar las casas», lo que generó que haya un llamado a la responsabilidad de todos, porque «primero son las personas, luego las casas y luego la extinción».