A raíz de una denuncia que realizó una de las pasajeras en las redes donde cuenta todo lo sucedido, la empresa Córdoba Coata decidió echar este martes al chofer del colectivo 4347.
Antonela viajó el domingo 19 de marzo a las 20.30 desde la ciudad de Córdoba con destino final a Corral de Bustos, una localidad ubicada en el departamento Marcos Juárez, en el sudeste de Córdoba.
Su hora de arribo era 2.30 de la madrugada del lunes 20 de marzo. Pero el colectivo tuvo un desperfecto mecánico y la joven lo relató en un hilo de Twitter.
Según contó, cerca de la una de la mañana, notó que el ómnibus se estacionó a la vera de la ruta provincial 4. Como muchos pasajeros venían durmiendo, no se bajaron.
Cerca de las 2.30, se despertó y notó que muchos pasajeros no estaban en el colectivo pero que otros, como ella, sí.
«Buscamos en Google Maps dónde nos encontrábamos porque estábamos desorientados. Vimos que estábamos en la localidad cordobesa de Etruria. El colectivo estaba cerrado y con las luces apagadas. Nos empezamos a desesperar”, expuso Antonela. Y agregó: “Por suerte la llave del coche estaba puesta, logramos tocar los botones –sin conocimiento alguno- y pudimos abrir las puertas. Al bajar abrimos la bodega y notamos la ausencia de los bolsos”.
En medio de la desesperación, los 17 adultos y un bebé que habían quedado encerrados en el colectivo, decidieron de forma conjunta llamar a la Policía.
Fue así como se dieron cuenta que el colectivo en el que viajaban había sufrido una rotura en una de sus cubiertas. Y que, 45 minutos antes del llamado que hicieron, el colectivero había realizado el trasbordo con algunos de los pasajeros pero se había olvidado a otros.