La mujer de 29 años que se hizo pasar por una estudiante de 16 y cursó una semana en una secundaria

Falsificó su partida de nacimiento y asistió a una escuela sin que nadie lo advirtiera. "Lo hizo porque se sentía sola", explicó su abogado.

Durante una semana ella se movió por el colegio como si fuese una estudiante más. Hyejeong Shin, una mujer de 29 años, falsificó su partida de nacimiento y asistió a una escuela secundaria de Nueva Jersey (Estados Unidos), donde estuvo rodeada de jóvenes de 16 años.

Se inscribió y cursó sin que nadie lo advirtiera participando de las clases y de las jornadas escolares como si se tratara de una adolescente más. La mujer de Corea del Sur, se había mudado a Estados Unidos cuando tenía 16 años. Una vez instalada en el país se dedicó a estudiar: terminó el colegio y se graduó de la Universidad de Rutgers.

Pero entonces tuvo este extraño y cuestionable comportamiento, que la llevó a estar detenida a punto de recibir una condena judicial. Es que, luego de una semana cursando en el colegio de New Brunswick, las autoridades se dieron cuenta de que algo andaba mal con esa estudiante y la verdad salió a la luz. Fue detenida por las autoridades y este lunes se declaró inocente ante los Tribunales.

Shin fue acusada por un gran jurado por proporcionar un documento falso del gobierno y obstaculizar su propio enjuiciamiento. De acuerdo a su abogado la mujer no buscaba nada más que revivir sus años dorados como estudiante: «Quería regresar a un entorno que recuerda con cariño», aseguró el letrado Darren Gelber. Y remarcó que la mujer: «Se sentía sola».

«En ningún momento nadie ni ningún estudiante estuvo en peligro y todo este caso se trata más de que mi cliente quiere regresar a un lugar seguro y acogedor y un entorno que recuerda con cariño y nada más», dijo Gelber.

La policía de New Brunswick coincidió con los dichos del abogado defensor. Tras su investigación se dijo que no creían que el intento de Shin de asistir a la escuela secundaria nuevamente viniera de un deseo de infligir daño a los estudiantes, profesores o personal.

La acusada podría terminar en prisión, es por eso que en la previa del juicio intentó ser derivada a un programa de intervención para luego regresar a Corea del Sur.

Por su parte en la comunidad educativa reina el temor y el desconcierto: «Básicamente, todos están asustados. Algunas personas le dieron su información personal a esa señora», contó un estudiante

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