La narrativa de la «proscripción» de Cristina Kirchner con la que los adeptos a la vicepresidenta buscan movilizar a la militancia y marcar la cancha en la tensa interna del Frente de Todos abrió una nueva grieta en el Gabinete del Gobierno nacional, entre quienes abonan esa teoría y quienes la desmienten.
Hasta este lunes en que habló el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, nadie en el Poder Ejecutivo se había animado a poner en palabras una verdad de Perogrullo que desafía el relato del kirchnerismo sobre la proscripción, y es que nada impide a la vicepresidenta presentarse en la Justicia electoral y anotarse como candidata presidencial o al cargo que ella elija.
Claramente, la controversial sentencia de un tribunal judicial cuyos integrantes tienen un encono histórico con la principal exponente del peronismo apuntan a condicionar y a inmiscuirse en la dinámica de selección de candidaturas del Frente de Todos, poniendo a Cristina Kirchner a luchar contra la corriente con el estigma de «chorra» pegado en la frente.
Pero de ahí a pensar que está inhabilitada de participar en elecciones, cuando falta bastante para que la condena quede firme, hay un trecho largo.
El pacto en el elenco oficialista que prohibía contradecir la tesis de la «proscripción» se rompió definitivamente este lunes cuando Aníbal Fernández se vistió de hereje y aseguró que la vicepresidenta «no está proscripta» y que quienes instalan esa idea en realidad «quieren proscribir al presidente» Alberto Fernández. No es el único que lo piensa en el Gabinete, pero por si acaso los otros tomaron la precaución de llamarse a silencio y no meterse en el barro de la polémica.
La reflexión de Fernández cayó como una bomba en el kirchnerismo, porque torpedea desde adentro el relato que se invoca para fortalecer la figura de Cristina Kirchner y despertar con épica a una militancia dormida.
Pero también el sincericidio marcó un contrapunto con otros integrantes del Gabinete que sí se plegaron a la narrativa de la «proscripción» de Cristina Kirchner, empezando por el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.
«Claramente está proscripta», afirmó el santafesino en declaraciones radiales, y argumentó su postura: «Si Cristina hubiese insinuado antes que iba a ser candidata era muy posible que los plazos que faltan para que se convierta en sentencia firme se produjesen y generasen lo que se sucedió en el PT en aquella elección que terminó ganando (Jair) Bolsonaro».
Ayer, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, una albertista de pura cepa, también había evitado entrar en contradicción con el kirchnerismo respecto de este tema y aseguró que Cristina Kirchner «está proscripta» en el marco de una persecución judicial en su contra.
«Cristina para nosotros está proscripta en tanto hay una persecución judicial, hay una sentencia que pesa sobre ella», dijo la ex diputada nacional.
Y señaló que más allá de que en el oficialismo vienen «sosteniendo que es inocente, en la búsqueda de la persecución ponen a la líder del movimiento en la imposibilidad de competir».