La Universidad Nacional del Comahue (UNCo) enfrenta una crisis presupuestaria crítica debido a los recientes recortes del gobierno nacional. Esta situación fue expuesta hoy en la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Legislatura provincial por el secretario de Bienestar Universitario, Alejo Simonelli, y el subsecretario de Vinculación y Transferencia, Luciano Coppis.
La presentación se dio en el marco de un proyecto de ley que busca la creación de un fondo provincial de apoyo financiero extraordinario para las universidades nacionales con sede en Neuquén. Esta iniciativa es impulsada por la diputada Lorena Parrilli, del bloque Unión por la Patria, y busca mitigar el impacto de los recortes presupuestarios.
La propuesta incluye un plan de ayuda por tres años, orientado a financiar la compra de equipamiento informático, becas de alimentación para estudiantes, capacitaciones para docentes y no docentes, y mejoras en la infraestructura y residencias estudiantiles.
Durante su exposición, Simonelli detalló el efecto devastador que las políticas de ajuste han tenido en las finanzas de las universidades. Señaló que la UNCo había solicitado un presupuesto de 121,8 mil millones de pesos para el 2025, pero que el gobierno solo asignó 73,9 mil millones, lo que representa apenas el 60% de lo requerido.
El secretario destacó que esta reducción afecta no solo a la calidad educativa, sino también al bienestar de los estudiantes y el personal de la universidad. “Estamos en una situación donde se pone en riesgo el futuro de la educación pública en nuestra provincia”, afirmó Simonelli ante los legisladores.
El impacto de estos recortes no se limita a la UNCo, sino que también repercute en otras universidades nacionales, creando un ambiente de incertidumbre y preocupación en el sector educativo. Esta situación ha llevado a que instituciones académicas se movilicen para exigir un presupuesto adecuado.
El proyecto de ley se plantea como una solución temporal ante la falta de recursos. Si se aprueba, podría aliviar parte de la carga financiera que enfrentan las universidades, permitiendo así mantener y mejorar la calidad de la educación superior en la región.