Las comunidades mapuches que mantenían bloqueados varios puntos estratégicos en Vaca Muerta levantaron las medidas de fuerza tras una reunión clave con el ministro de Gobierno, Jorge Tobares. La protesta, que se había extendido desde el lunes, fue parte de un reclamo vinculado al relevamiento territorial y a cuestiones ambientales que afectan la región. Finalmente, un acuerdo entre las partes logró destrabar el conflicto.
Durante el encuentro, que tuvo lugar el martes por la tarde, el Gobierno de Neuquén se comprometió a registrar en un plazo de 15 días a cinco comunidades mapuches que habían sido motivo de la disputa: Newen Kura (Rincón de los Sauces), Fvta Xayen (Tratayén en Añelo), Kelv Kura (Portezuelo), Ragilew Cardenas (Picún Leufú) y Xem Kimvn (Cutral Co). También se acordó finalizar en 30 días la etapa del relevamiento territorial de Campo Maripe y Wircalew, áreas clave para las comunidades indígenas.
“Las comunidades apuestan al buen entendimiento y levantan las medidas”, comunicaron desde la Zonal Xawvnko de la Confederación Mapuche, dejando en claro su disposición al diálogo tras la firma del acta.
Bloqueos en puntos clave de la industria petrolera
El bloqueo se había concentrado en cinco puntos críticos relacionados con la industria del fracking y los basureros petroleros, ubicados en las inmediaciones de Añelo, el epicentro de la actividad de Vaca Muerta. Las comunidades apuntaban a estas plantas de tratamiento de residuos por operar sin respetar las normativas ambientales, una denuncia que recae sobre las instalaciones de Servicios Ambientales Neuquén (SAN), Indarsa, Ecopolo, Treater y Comarsa.
Según los manifestantes, la inacción de la Secretaría de Ambiente de la provincia ha permitido que estas plantas sigan operando, lo que agrava la situación ambiental de las comunidades cercanas. Sin embargo, las comunidades aclararon que no realizaron un bloqueo total de las rutas 7 y 17, sino que se trató de una medida de acción directa para “resguardar la salud de nuestros integrantes”.
Intimación judicial y presencia policial
Antes de que se lograra el acuerdo, el fiscal Juan Narváez había solicitado una intimación para identificar e instar a los manifestantes a levantar los bloqueos. A pesar de esto, la llegada del ministro Tobares a Añelo fue clave para destrabar el conflicto, sin necesidad de recurrir a la fuerza pública. Desde la Confederación Mapuche criticaron que la intimación fuera solicitada por un fiscal de Delitos Económicos y no por uno de Delitos Ambientales, como hubieran esperado.
“Nosotros vamos a permanecer aquí todo el tiempo que sea necesario hasta que las respuestas lleguen”, señalaron en un duro comunicado que advirtió sobre la falta de avances en las negociaciones previas. Las comunidades habían denunciado el incumplimiento de compromisos asumidos por el gobernador Rolando Figueroa y la falta de acciones concretas en las demandas territoriales.
Un acuerdo con esperanza
El acuerdo alcanzado con el gobierno provincial trae un respiro momentáneo al conflicto, pero las comunidades mapuches advierten que mantendrán la vigilancia sobre el cumplimiento de los compromisos. “Apostamos al buen entendimiento”, afirmaron, aunque con cautela.
Las demandas de las comunidades mapuches incluyen el registro de la personería jurídica para los lof, la clausura de basureros petroleros que operan de manera irregular y la mensura de tierras, aspectos que vienen reclamando desde hace más de 10 meses. Además, exigen la implementación de la educación intercultural y la provisión de servicios básicos como gas, luz y agua en los territorios afectados por la explotación de Vaca Muerta.
Con este acuerdo, el gobierno neuquino se compromete a avanzar en la resolución de estos temas en los plazos establecidos, aunque las comunidades estarán atentas a que las promesas no se diluyan nuevamente.