Marcelo Corazza terminó procesado por otro caso de corrupción de menores

El productor y ex Gran Hermano está acusado de tener una relación con un menor de 17 años, caso por el que fue indagado a mediados de octubre.

Marcelo Corazza fue procesado en un nuevo caso de corrupción de menores por el que el Juez federal Ariel Lijo lo había indagado a mediados de octubre al conocerse el crudo testimonio de la víctima.

El productor y ex Gran Hermano está cada vez más complicado en la causa por el que está acusado de integrar una asociación ilícita dedicada al abuso de menores. En esta ocasión se comprobó que tuvo otra relación con un menor de 17 años.

De esta manera, el juez no modificó su prisión preventiva y continuará preso en el Penal de Ezeiza.

En el escrito de 350 páginas sobre este nuevo procesamiento, se explica que Corazza tuvo una relación con un menor de edad y que los chats con la víctima y la posterior Cámara Gesell fueron claves.

“Considero que promovió la corrupción de la víctima en tanto, a partir de sus propuestas de tinte depravado, dio comienzo a la corrupción de la víctima, que nunca había realizado acciones de ese tipo por dinero y jamás se había vinculado sexualmente con otro hombre”, señala el juez federal.

Fue el 16 de octubre cuando se dio a conocer el testimonio de la «víctima 5» frente a los especialistas del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a la Persona Damnificada por el Delito de Trata.

En su relato, sostuvo que el productor se contactó con él cuando era adolescente para pedirle fotos íntimas a cambio de dinero: “Yo tenía los perfiles de mis redes sociales como públicos y, entre tantas solicitudes que recibía, me llega la de Marcelo Corazza. Él me ofreció realizar un sorteo conjunto, con ánimo de incorporar nuevos seguidores. Para poder hacer eso, nos intercambiamos los celulares y comenzamos a hablar por WhatsApp”.

Aun así, el joven indicó que con el paso del tiempo la situación se había tornado extraña y las conversaciones ya no estaban ligadas a un sorteo: «Luego de algunos intercambios de mensajes, Corazza comenzó a solicitarme que le envíe fotos íntimas, a cambio de dinero. Yo acepté ese intercambio y le enviaba las fotos que me solicitaba. A cambio de eso, él me pagaba entre $5.000 y $6.000 pesos por cada imagen”.

“Al quedar corroborado que conocía la edad de la víctima, doy por sentado que Corazza tuvo conocimiento respecto de que los actos ilícitos que realizaba eran susceptibles de corromperla”, enfatizó el letrado.

“A veces también me pedía videos de contenido sexual/erótico. Yo accedía siempre y cuando lo solicitado no me resultara ´incómodo´. Estos videos tenían un valor más alto que las fotografías, aproximadamente $3 mil pesos más. Yo no quería que mi cara apareciera en las fotos, por lo tanto, eran sólo de mi cuerpo, aunque se veían algunos tatuajes que tengo”, describió.

“Toda vez que la víctima tenía 17 años al momento que comenzó a desplegarse la conducta ilícita de parte del imputado, no hay dudas que debe ser admitida como tal. Por otra parte, como se observa, evidentemente las diferentes propuestas efectuadas por Corazza a la víctima fueron negativas para su normal desarrollo”, continúa.

En el expediente también se mostraron los diversos chats del preso con el menor de edad.

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