Merino se jubila tras 29 años en la Estación Meteorológica de Cipolletti

Debido al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el Gobierno Nacional congeló las vacantes de los trabajadores estatales, por lo que su puesto quedará sin reemplazo. Rodolfo Merino, el único trabajador del Servicio Nacional Meteorológico Sede Alto Valle, se retira tras 40 años de servicio, marcando el final de un ciclo dedicado a la meteorología […]

Debido al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el Gobierno Nacional congeló las vacantes de los trabajadores estatales, por lo que su puesto quedará sin reemplazo.

Rodolfo Merino, el único trabajador del Servicio Nacional Meteorológico Sede Alto Valle, se retira tras 40 años de servicio, marcando el final de un ciclo dedicado a la meteorología en el Alto Valle.

Durante cuatro décadas, Merino fue el responsable de emitir pronósticos cruciales para la comunidad, especialmente en lo que respecta a las heladas tardías, que pueden afectar la producción agrícola local.

Rodolfo Merino, en diálogo con Radio 7 expresó: “Poníamos mucho esfuerzo en que los pronósticos fueran lo más certeros posible, especialmente las alertas de heladas, porque un error podía significar la pérdida de todo un año de trabajo para los productores”.

Además explicó que las alertas no sólo cubrían fenómenos como las heladas, sino también precipitaciones importantes, granizo e inundaciones, que afectan tanto a la producción como a la seguridad de las personas.

“Para preservar vidas humanas como son las precipitaciones importantes de nieve en la cordillera o lluvias que puedan producir inundaciones, granizo y que pueden llegar a perjudicar algunas otras cosas. Es conveniente emitir una alerta y prevenir a no decir nada” indicó Merino.

Merino también reflexionó sobre cómo la tecnología avanzó en estos años, con las aplicaciones del celular que alertan sobre el clima. Sin embargo, las estaciones meteorológicas locales siguen siendo fundamentales para la precisión de los pronósticos globales.

“Lo que nosotros recibimos en las aplicaciones satelitales, vienen principalmente de otros lugares del mundo. Todos los datos que se le ponen en esas grandes computadoras son las que emiten los pronósticos y los datos que suministran las estaciones meteorológicas, somos una parte muy importante de eso” explicó Merino.

Uno de los recuerdos más impactantes que Merino guarda de su tiempo en Cipolletti ocurrió en marzo de 1996, cuando «en solo tres horas cayeron 60 milímetros de lluvia, algo inesperado para una región tan árida como la Patagonia», relató. Este evento provocó una inundación que afectó gravemente a la ciudad y a la propia estación meteorológica.

Con la jubilación de Merino, la estación meteorológica de Cipolletti queda sin personal, un reflejo de la situación actual en la que un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del gobierno congeló vacantes y anuló contratos, impidiendo el nombramiento de un reemplazo. Merino expresó su esperanza de que en el futuro la estación pueda volver a operar plenamente, pero por el momento, no hay nadie para continuar con su trabajo.

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