Una mujer de 30 años se quitó la vida en la cárcel en la que se hallaba detenida desde el 1 de febrero último por el crimen de su madre, quien estaba postrada por problemas de salud y fue asfixiada en su casa de la localidad cordobesa de Capilla del Monte, informó una fuente judicial.
Se trata de Celeste Rodríguez, quien estaba acusada del «homicidio calificado por el vínculo» de María Rosa Ravetti y alojada en el penal de mujeres del Complejo Carcelario 1 Reverendo Francisco Luchesse de la ciudad de Córdoba.
De acuerdo a los datos aportados por una fuente vinculada a la causa, el deceso ocurrió por «autodeterminación», aunque no brindó detalles sobre cómo se produjo el deceso.
En tanto, la fiscal que está a cargo de la causa, Paula Kelm, ordenó una serie de trámites procesales a los efectos de establecer la causa de la muerte.
De acuerdo con lo que consta en la causa, el 1 de febrero pasado, Ravetti fue asfixiada con una almohada en su propia cama, en la que estaba postrada por problemas de salud.
Tras el crimen, Rodríguez llamó por teléfono a la policía, confesó lo ocurrido y quedó detenida.
En su red social, con algunos posteos, la mujer había dado señales de lo que iba a ocurrir debido a que se encontraba «desbordada» por atender en esa situación a su mamá y a sus tres hijas menores, «sin trabajo y sin ayuda».
«No doy más, nadie me ayuda. Estoy cansada. Agotada», se lee en uno de sus posteos. «Todos se lavan las manos y me dejan todo a mí. Y sí, soy fuerte, pero me canso», se leyó en una de sus publicaciones.
En otro posteo, había escrito: «Pedí mucho tiempo ayuda. Nadie me ayudó, nadie respondió. Espero que mis hijas estén bien. Dios perdóname.»