Un grupo de padres del Jardín 25 de Neuquén ha denunciado en la comisaría presuntos hechos de maltrato hacia sus hijos en la institución educativa, señalando específicamente a dos docentes de la Sala Roja. La situación ha generado una profunda preocupación entre los padres, quienes también planean llevar el caso a la Fiscalía para iniciar una investigación formal.
Los padres afirman que, según relatan sus hijos, las docentes impiden que algunos niños tomen la leche como castigo y, en ciertos casos, colocan cinta adhesiva en sus bocas para evitar que hablen. Además, se reporta que en días de lluvia los niños son sentados en el arenero como una forma de sanción, lo que ha provocado que algunos regresen a casa mojados y sucios.
Francisco, uno de los padres, expresó en una entrevista con Radio 7 que “la única respuesta de los directivos ha sido que si no confiamos en el jardín, no enviemos a nuestros hijos”. Según este padre, varios menores han vuelto del jardín con marcas en el cuerpo y con temor de contar lo ocurrido en la escuela, lo que aumenta la preocupación de los familiares.
Frente a la falta de acciones por parte de las autoridades del jardín, los padres solicitaron la presencia de un psicopedagogo para los niños afectados, a fin de que puedan expresar lo que ocurre en un ambiente seguro. Sin embargo, hasta ahora, según afirman, no han recibido respuesta del Consejo Provincial de Educación ni de la dirección de la institución.
Los padres aseguran que la situación ha llegado al extremo de que una de las docentes de la sala, en una reciente reunión, rompió en llanto y manifestó que “iría a la cárcel”. Tras esta expresión, ambas docentes involucradas solicitaron licencia, dejando la sala sin su presencia y en un clima de gran tensión.
Algunos padres han decidido no enviar a sus hijos al jardín hasta recibir una respuesta concreta y garantías sobre la seguridad de los niños. De acuerdo con lo que comentaron, esta no es la primera vez que se presentan denuncias por maltrato en el Jardín 25. En años anteriores se habrían registrado casos similares, aunque sin consecuencias significativas.
Para dar mayor visibilidad al caso, un grupo de padres se dirigirá conjuntamente a la Fiscalía con la intención de que la justicia investigue lo sucedido y se garantice un entorno seguro para los menores. Francisco manifestó la angustia e impotencia de las familias afectadas, señalando que es inaceptable que los niños regresen del jardín sin querer contar lo que les ha pasado.
El Consejo Provincial de Educación y las autoridades judiciales aún no han emitido declaraciones oficiales respecto de las denuncias realizadas por los padres del jardín. La comunidad educativa de Neuquén espera que las autoridades tomen cartas en el asunto para esclarecer la situación y asegurar el bienestar de los menores.