Foto: Rigo Castaño.

En una audiencia desarrollada este viernes por la mañana, se prorrogó por tres meses la prisión preventiva de Nicolás Leopoldo López (29) el policía que ingresó a un taller mecánico y asesinó de un disparo en el pecho a Diego Nicolás Escobar (28), uno de los trabajadores. «Fue una joda que salió mal», dijo el imputado. Desde el entorno de la víctima aseguran que no había una relación de amistad entre ambos como intentó plantear desde un primer momento el victimario.

La imputación es por Homicidio calificado por el uso de arma de fuego, según lo solicitó la fiscalía. La familia de la víctima -representada por Marcelo Hertzriken Velasco y Joaquín Hertzriken Catena- insiste en que el hecho merece imputarse como Homicidio doblemente calificado por abusar de su función y cargo y por el uso de arma de fuego, debido a que López iba uniformado y disparó con su arma reglamentaria.

La querella solicita, también, que se considere la tentativa de homicidio contra Carlos Escobar, primo de Diego. Carlos relata que el policía llegó al taller al grito de «a estos negros de mierda hay que matarlos», le apoyó el arma en el pecho y gatilló tres veces sin que salga ningún proyectil. «Me asusté y le dije que no hiciera eso», contó, pero López siguió su camino hasta Diego Escobar y repitió la maniobra Esta vez, la bala salió.