Todo comenzó en el cruce de la calle Juana Manuela Gorriti y la autopista Camino del Buen Ayre, en la localidad de William Morris, cuando un agente que se desempeña en el Comando Patrulla de Moreno se retiraba de cumplir servicio y observó como dos “motochorros” le robaban la moto a una pareja.
Voceros policiales informaron a Télam que, a raíz de ello, el policía comenzó a perseguir a ambos ladrones, a bordo de su automóvil particular Peugeot 206.
El delincuente que conducía la moto Duke robada detuvo su marcha en la colectora de la autopista Acceso Oeste, donde culmina el Camino del Buen Ayre; mientras que su cómplice que se desplazaba en otro rodado fue embestido por el policía y cayó al suelo luego de perder el control del vehículo.
El oficial le dio la voz de alto sin descender de su auto, tras lo cual el asaltante intentó tomar un arma de fuego y el policía le efectuó dos disparos, siempre de acuerdo con la versión aportada por fuentes de la fuerza.
El ladrón, identificado posteriormente por la Policía como Facundo Cassini, de 16 años, falleció en el acto como consecuencia de un impacto de bala con orificio de entrada en la sien y otro en el abdomen, del lado derecho.
En tanto, el cómplice, escapó del lugar y luego fue aprehendido. Si bien dijo tener 15 años, tendría 16 y sería imputable.
Luego de que el policía diera aviso al 911, arribaron a la escena del crimen efectivos de la comisaría 4ta. de Ituzaingó, quienes tras realizar las primeras actuaciones constataron que la moto Yamaha usada en primera instancia por los adolescentes tenía pedido activo de secuestro por robo desde el jueves pasado.
Intervino en la causa el fiscal Guillermo Rodríguez Rey, del Fuero de Responsabilidad Juvenil del Departamento Judicial de Morón, quien al momento no adoptó ningún temperamento legal en cuanto al policía, de quien dispuso se secuestre su arma reglamentaria Bersa Thunder calibre 9 milímetros, con diez cartuchos intactos y tres vainas servidas.
El fiscal Rodríguez Rey también dispuso que las pericias en la escena del crimen fueran realizadas por la Gendarmería Nacional Argentina (GNA), cuyo personal secuestró en poder de Cassini una pistola semiautomática Bersa Thunder que el adolescente llevaba sobre su cintura, con el cargador colocado, siete cartuchos y uno en recámara, informaron fuentes policiales.
Asimismo, se puso en conocimiento de lo acontecido a la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI) del Ministerio de Seguridad bonaerense, que tampoco adoptó algún temperamento sobre el policía implicado.