A poco menos de que se cumplan seis años de la desaparición de Daiana Garnica, estaba previsto el inicio del juicio oral contra el único imputado que tiene la causa, Darío Suárez, pero se postergó hasta el miércoles.

El Ministerio Público Fiscal solicitó una prórroga la Sala V de la Cámara Penal Conclusional de Tucumán aceptó el pedido.

La Fiscalía argumentó la necesidad de finalizar una pericias a unos papeles manuscritos que vincularían a Suárez con los delitos de «privación ilegítima de la libertad, secuestro y homicidio agravado por haber mediado violencia de género».

Hasta el momento el cuerpo de Daiana no fue hallado. Para la Justicia Darío la asesinó el mismo día que la secuestró, mientras que la familia sostiene que ella está viva y que es víctima de trata de personas.

Suárez llega en libertad después de haber estado tan solo dos años en la cárcel con prisión preventiva. En 2020, con la medida del Gobierno Nacional, fue excarcelado.

«Tenemos la certeza de que Daiana estuvo con él, pero no sabemos qué hizo con ella», explicó su hermana en declaraciones televisivas.

El veredicto final de los jueces se dará a conocer el próximo viernes 21 de abril.

Desaparición de Daiana y misterio

El 6 de mayo de 2017 todo parecía transcurrir como de costumbre hasta que en la tarde noche la joven de 17 años desapareció de su casa en la localidad de Alderetes, Tucumán.

La reconstrucción de los hechos indican que la adolescente fue raptada y asesinada ese sábado por la tarde. Seis años después todavía siguen sin hallar su cuerpo.

El relato de la familia de Daiana es elocuente. La chica de 17 años se fue junto a su vecino, Darío Suárez, supuestamente para comprar un regalo, pero nunca más regresó.

Una hora y media después de ese encuentro el hombre regresó a su casa y fue interceptado por la mamá de la joven quién le preguntó si la había visto a lo que él le respondió que no.

Todo su relato se desplomó con una prueba. En el celular de Daiana se encontraron conversaciones con Darío en el que le decía que la esperaba en la parada de colectivo.

“Vino a mi casa y dijo que no la había visto, que no sabía nada. Estaba nervioso y transpiraba”, señaló su mamá a la vez que confirmó que después de ese cruce borró sus chats con la menor.

En todo momento de la causa el acusado negó los hechos: “Yo nunca me encontré con ella. (Garnica) nunca fue a la cortada de ladrillos (donde trabajaba); ni la llevé”.

“Queremos perpetua. Esto del juicio para nosotros es una manera de que se abra la posibilidad para saber qué pasó con Daiana”, expresó la familia horas antes del inicio del juicio.