En la ciudad de Neuquén es frecuente ver cestos de residuos arrancados, bancos con pintadas, garitas de colectivo o estaciones del metrobus dañadas y espacios verdes sin sus aspersores o luminarias.

El secretario de Movilidad y Servicios al Ciudadano de la Municipalidad, Santiago Morán  señaló que “Más allá de los robos, lo que hemos notado es que ha crecido el vandalismo, del hacer daño por dañar” y dijo que se reiteran los hechos en el Paseo de la Costa “Rompen las toberas, los aspersores, nos arrancan reja o los cestos de basura”, detalló.

Más allá del costo económico, “Esto genera un daño, porque por la situación del país, hay faltantes de muchos elementos y se hace difícil conseguir los insumos para reponer”, explicó el funcionario, “Cuando podemos los reponemos rápidamente, siempre estamos muy atentos a estos espacios, es lo que nos pide el intendente”, afirmó.

Entre los espacios públicos donde se repiten los destrozos y robos, personal municipal  identificó principalmente los 27 kilómetros de paseos costeros con infraestructura,  y entre ellos, el sector de Linares hacia Obrero Argentino, la zona de Saavedra, Anaya, e Isla Verde. Asimismo informaron que se registraron menos daños al mobiliario en los sectores donde hay cámaras de seguridad, como es la zona del balneario Gustavo Fahler cercana al puente y la del mirador de Obrero Argentino.

El daño al patrimonio público de la ciudad perdura con los años y gestiones, ahora los lugares más vandalizados son los paseos costeros, mientras cada temporada es mayor el número de vecinos y turistas que se vuelcan a disfrutar esos espacios con naturaleza, de belleza única, al mismo ritmo crecen los destrozos.

Sobre las causas, desde el municipio afirman que se enmarca en una cuestión cultural, la gente no logra apropiarse de las cosas que son de todos y que “Es necesario reforzar la educación en los hogares, en la escuela y también saber que como vecinos debemos denunciar cuando vemos que se daña el patrimonio de la ciudad, porque lo pagamos todos”,  aseveró Morán y recordó que la línea municipal 147 o  la Policía son canales abiertos para denunciar y disminuir así estos daños a los bienes públicos.

Además del vandalismo, los robos cambian de moda

En el mes de mayo, el subsecretario de Limpieza Urbana, Cristian Haspert denunció el robo de las tapas de fundición, los cables y equipamiento de iluminación en los paradores del Metrobús.

Meses atrás los sumideros y bocas de tormenta, estaban desapareciendo en la ciudad, por su considerable valor de reventa para fundición. Según se informó, a raíz de denuncias, Policía identificó dos lugares donde revendían los bienes y los robos se redujeron.

También, durante 2022 fue importante el robo de cables en Parque Norte, en febrero, un alerta de los vecinos hizo posible que detuvieran a tres jóvenes que habían sustraído 265 metros de cables subterráneo y 30 luminarias de Parque Norte y los tenían escondidos para llevárselos.

Dos meses después, los senderos quedaron a oscuras, cuando ladrones cortaron y pelaron los cables, en el mismo parque, para hacerse del cobre.

La reposición de los insumos genera costas millonarias para las arcas de la municipalidad