La Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), que representa a la mayoría de las cámaras de estaciones de servicio en Argentina, se reunió con el secretario de Comercio de la Nación, Matías Tombolini, para discutir la difícil situación que enfrentan los expendedores de combustibles debido a los precios congelados y los bajos márgenes de rentabilidad en el sector.
En la reunión, CECHA expresó las preocupaciones del sector, incluyendo los efectos de los precios congelados hasta finales de octubre y la implementación del «sendero de precios» que restringió los valores de los combustibles desde noviembre de 2022 hasta mediados de agosto de este año. Estos factores afectaron la rentabilidad de las estaciones de servicio.
El presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén, Carlos Pinto afirmó en Radio 7 que «no nos queda otra que creerle o aceptar lo que diga Tombolini. Si no logra lo que nos propuso, estamos decididos a implementar medidas de fuerza porque lo que estamos viviendo es insostenible».
El secretario de Comercio, Matías Tombolini, se comprometió a implementar algún tipo de diferimiento fiscal para aliviar la situación de las expendedoras de combustibles. Esta promesa generó que CECHA suspenda las medidas de fuerza progresivas que había planeado implementar en caso de que sus reclamos no fueran atendidos por el Gobierno.
Las medidas de fuerza propuestas por CECHA incluían el cierre nocturno de todas las estaciones de servicio del país en caso de no obtener respuestas satisfactorias a sus reclamos. También estaban considerando solicitar el procedimiento preventivo para establecimientos en crisis y la paralización de los procesos de revisiones paritarias que estaban en espera. Desde la implementación del «sendero de precios», se estima que han cerrado alrededor de 50 estaciones de servicio en el país y se han perdido aproximadamente 750 puestos de trabajo en el sector.