Carla Lavin, quien en julio pasado llamó la atención al vivir en una carpa junto a su esposo y cinco hijos en las cercanías de Casa de Gobierno, se volvió a encadenar hace pocos días, esta vez en el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU). La razón detrás de esta medida es que asegura que las autoridades no han cumplido con las promesas de proporcionarle una vivienda.
A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Desarrollo Social, Lavin sigue enfrentando dificultades en su búsqueda de una vivienda estable para su familia. Aunque le ofrecieron un terreno y una casa de dos módulos en la Meseta, la vivienda fue vendida y ella nuevamente quedó en una situación vulnerable. Actualmente, Lavin se enfrenta a la posibilidad de quedarse en la calle nuevamente ya que no puede costear el alquiler de su vivienda actual.
A pesar de tener un empleo estable, Lavin no logró encontrar una vivienda asequible debido a los altos costos de las propiedades en la ciudad. La Municipalidad de Neuquén le asignó un lote en el barrio Nueva Esperanza, y el IPVU prometió construir una casa para ella en 120 días, pero estos plazos no se cumpleron y la casa aún no se construyó. Lavin expresó su desesperación por la situación y su preocupación por la falta de recursos para mantener a su familia.
«Solamente falta la firma de la directora del área para la aprobación del presupuesto, para que luego, se presenten las empresas y construyan la vivienda. Ya presenté mis recibos de sueldo y mi CBU para que después de que me entreguen la casa, me descuenten. No me están regalando nada», afirmó Carla Lavín en dialogo con Radio 7.
Carla Lavin y su esposo tomaron medidas drásticas como vivir en una carpa para proporcionar un refugio provisional a sus cinco hijos de edades entre un año y medio y 16 años, después de ser desalojados de su vivienda anterior debido a dificultades económicas.