Luego que un grupo de 13 internos de la comisaría de Centenario tomó de rehén a un celador en reclamo de mejores condiciones de habitabilidad se está evaluando si el efectivo policial regresada a esa unidad a trabajar o si será reubicado en otra comisaría. Además, se esta analizando en elaborar un protocolo de seguridad para evitar un nuevo incidente de estas características.
El hecho ocurrió en medio del ingreso de un nuevo detenido, cuando los reclusos lograron reducir al funcionario. La situación fue resuelta tras negociaciones, y aunque el celador resultó lesionado, actualmente se encuentra de licencia.
La comisaría alberga a personas condenadas y procesadas, principalmente por delitos graves como homicidio y robo calificado. La capacidad de alojamiento de la unidad es limitada: hay entre dos y tres celdas, cada una con espacio para cuatro o cinco internos y un pequeño patio compartido. Estas condiciones habrían sido uno de los motivos del motín, según informó a Noticias 7 el Féliz Caporazo, a cargo de la Comisaría 5° de Centenario.
Félix Caporazo, responsable de seguridad de la comisaría, explicó que, tras el incidente, “los internos siguen alojados en el mismo lugar”, a la espera de que el sistema judicial decida su eventual traslado. Además, detalló que los internos reclamaron elementos de limpieza, mesas y sillas, lo cual se consiguió en parte durante las negociaciones.
En cuanto al estado de salud del celador, Caporazo confirmó que sufrió lesiones en la muñeca y en un dedo. Aún no está claro si volverá a sus funciones en la comisaría o será reubicado. Por el momento, continúa bajo licencia médica mientras se evalúa su recuperación. La lesión luego de ser liberado al golpear contra una de las paredes de la comisaría.
Este tipo de hechos refleja las tensiones y condiciones de hacinamiento en las comisarías de la región. Caporazo señaló que la situación en el edificio es complicada, dado que no cuenta con medidas de seguridad avanzadas y las condiciones de infraestructura son limitadas, algo que el personal maneja con “máxima precaución”.
Respecto al motín, las autoridades están revisando la seguridad en el ingreso de detenidos, ya que el rehén fue tomado cuando se realizaba un traslado. “Los reclusos aprovecharon un momento de distracción cuando ingresaba un detenido para reducir al celador”, detalló Caporazo.
En cuanto a sanciones para los internos involucrados en el motín, la decisión final depende del sistema judicial, ya que la policía no tiene potestad en ese ámbito. Sin embargo, se están evaluando medidas para prevenir futuras situaciones similares y asegurar la integridad del personal y los reclusos.
El incidente es otro reflejo de la sobrepoblación y condiciones críticas en centros de detención provinciales, donde las autoridades buscan soluciones para minimizar los conflictos y garantizar los derechos de todos los implicados.