El 25 de octubre de 2012, un trágico derrumbe en el supermercado de la Cooperativa Obrera de Neuquén dejó un saldo de siete víctimas mortales y numerosas heridos. Esta tragedia no solo impactó a la comunidad local, sino que también generó un debate nacional sobre la seguridad en la construcción.
El colapso del techo ocurrió en un día común, cuando decenas de clientes y empleados se encontraban en el lugar. El evento se tornó un desastre cuando una sección del techo se desplomó, atrapando a las personas dentro del establecimiento.
Las víctimas incluyeron a Juan (3), Tiago (5), Fedra Yañez (18), Evan Aguilar Quinteros y su esposa Lorena Ockier (38), Carlos Arrigoni (40) e Ida Martínez (74). La pérdida de estas vidas marcó un antes y un después en la historia de Neuquén, dejando una profunda herida en la comunidad.
La investigación posterior al derrumbe reveló que la causa del accidente fue una falla estructural. Se determinó que el hormigón utilizado en las columnas que soportaban la losa era de mala calidad, lo que evidenció graves deficiencias en las normas de construcción vigentes en la época.
Como consecuencia inmediata, el propietario del supermercado demolió la parte del edificio donde ocurrió la tragedia en 2015. Sin embargo, la esquina de la entrada, que no sufrió daños estructurales, permanece en pie como un recordatorio de lo sucedido.
La tragedia desató un profundo dolor en Neuquén, que se extendió más allá de las familias afectadas. La comunidad se unió en luto, conmemorarando a las víctimas y buscando respuestas a sus inquietudes sobre la seguridad en los edificios.
Este suceso también abrió un intenso debate sobre la calidad de las construcciones en la ciudad. Los ciudadanos comenzaron a cuestionar la responsabilidad de las autoridades y las empresas constructoras en la garantía de edificaciones seguras.
Como resultado directo del incidente, se implementaron reformas en la normativa de construcción. Estas nuevas regulaciones se enfocaron en establecer protocolos de seguridad más estrictos y garantizar la calidad de los materiales utilizados en las obras.
La tragedia del supermercado de la Cooperativa Obrera en Neuquén sigue siendo un recordatorio de la importancia de la seguridad estructural y la necesidad de mantener altos estándares en la construcción. En este aniversario, la comunidad rinde homenaje a las víctimas mientras sigue exigiendo mejoras en la normativa y mayor vigilancia en las edificaciones de la ciudad.