La vicepresidente Cristina Kirchner aseguró hoy que si la sociedad argentina no logra que el programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) sea «dejado de lado va a ser imposible» pagar la deuda con ese organismo. Ante una multitud que se acercó a escucharla en Plaza de Mayo en un acto a 20 años de la asunción presidencial de Néstor Kirchner, la ex jefa de Estado recordó que el préstamo por 57.000 millones de dólares que el FMI le otorgó al Gobierno de Mauricio Macri «fue político» dado que tenía como objetivo la reelección del líder del PRO y por ende «la solución debe ser política».
«Si no logramos que ese programa que el FMi impone a todos sus deudores sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica, va a ser imposible pagarlo por más que digan lo que digan», afirmó. Al respecto, propuso «investigar la deuda y a sus responsables» y dijo que «es hora de que las instituciones de la República Argentina no estén para cuidar los intereses de las corporaciones y de los poderosos sino de todos los argentinos y argentinas».
«Néstor decía que los muertos no pagan las deudas. ¿Se creen que lo van a poder pagar únicamente con commodities? No, olvídense. Es imprescindible la unidad nacional frente a eso. Fue un préstamo político y la política tiene que ser también la solución», planteó, en un llamado a reestructurar los términos del acuerdo con el FMI. En este sentido, Cristina Kirchner volvió a sugerir una metodología de pago de la deuda atada al superávit comercial. «En todo caso, que lo aten a un porcentaje de exportaciones, pero que dejen de querer dirigir la política y clausurarnos la industrialización del país y que seamos únicamente proveedores de materias primas. No alcanza únicamente con la materia prima, tenemos que agregar valor, incorporar tecnología», enfatizó.
También insistió en retomar una política de «buenos salarios», situación que considera que se perdió en los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández. «Trabajo de calidad y buenos salarios que es lo que el país necesita. Se puede hacer porque nosotros lo hicimos durante 12 años y medio», resaltó. 30Al respecto, la vicepresidenta aseveró que «no es pecado pagar buenos salarios, al contrario, es de buenos cristianos», y recordó que su segundo gobierno terminó «con el mejor salario en dólares de toda Latinoamérica, con la mejor jubilación y con la mayor participación de trabajadores en el PBI, más del 51%».
«Muchos dicen que mi segundo gobierno no fue tan bueno como el de Néstor y el primero mío. Tengo claro que es porque cuando más ganaban los trabajadores y cuando más podría ahorrar la gente. No tengo ninguna duda», subrayó.