El aumento, previsto en los próximos días, será implementado una vez que se completen los trámites administrativos y la actualización en las validadoras de SUBE, un proceso que tomará aproximadamente entre cuatro y cinco días. Espinoza indicó que la tarifa técnica, o real, que debería cubrir el usuario de acuerdo a los costos actuales, sería de 2.700 pesos. Sin embargo, el intendente ha decidido mantener la tarifa en 940 pesos, una medida posible gracias al esfuerzo de la Municipalidad, que absorbe parte del costo para evitar que el incremento afecte de manera severa a los usuarios.

“Neuquén ocupa el puesto número 22 a nivel nacional en cuanto a tarifas, en comparación con ciudades de características similares,” señaló Espinoza, destacando el esfuerzo por mantener el servicio accesible. La municipalidad destina una porción significativa de sus recursos para sostener el boleto estudiantil gratuito en todos los niveles (primario, secundario y universitario), así como para ofrecer gratuidad a personas con discapacidad y beneficios de transbordo. Este apoyo se suma a los descuentos en programas nacionales, donde el Estado Nacional cubre el 55% del boleto de los beneficiarios, mientras que el usuario paga el 45% restante.

Calidad del servicio y reclamos de los usuarios

Durante la entrevista, el subsecretario también respondió a consultas de los usuarios, quienes manifestaron preocupaciones sobre la calidad de las unidades, especialmente en días de altas temperaturas. Espinoza aclaró que todas las unidades cuentan con aire acondicionado y ventanas superiores diseñadas para mejorar la ventilación. No obstante, en caso de que algún autobús presente fallas en el sistema de refrigeración, el reglamento estipula que la empresa debe reemplazar la unidad en un lapso de 15 minutos. La fiscalización del servicio es una tarea constante de la Subsecretaría, que supervisa las condiciones de las unidades para asegurar el cumplimiento de los estándares establecidos en el contrato de concesión.

Por otro lado, el comportamiento de los choferes también fue un tema de preocupación entre los pasajeros. Espinoza aseguró que se realiza un control exhaustivo de los conductores de las empresas concesionarias, quienes suman más de 500 empleados en total. Existen múltiples vías para presentar quejas o sugerencias, incluyendo atención presencial en la terminal de ómnibus, una línea de atención al ciudadano, y un sistema de reclamos específicos para el transporte público. Cualquier conducta inapropiada por parte de un chofer es sancionada conforme al reglamento, lo que permite mantener un servicio público de calidad.

Subsidios y sostenibilidad del sistema

Espinoza subrayó la importancia de los subsidios municipales en la sostenibilidad del sistema de transporte. La ciudad de Neuquén es una de las pocas en el país que aún mantiene un esquema de subsidios para reducir el impacto de los costos en el boleto final. Desde enero, la Municipalidad ha asumido el total del financiamiento de la tarifa, debido a la ausencia de subsidios nacionales y provinciales. Según el subsecretario, este esfuerzo es posible gracias a la administración ordenada y una política de contención de costos que prioriza el bienestar de los usuarios.

El subsecretario también mencionó la tasa vial sobre el combustible, que ayuda a equilibrar los costos. Sin este tipo de aportes, el boleto tendría que ser mucho más elevado, precisó, agregando que el esfuerzo del municipio permite que los usuarios paguen solo una fracción del costo real.

“La movilidad de los vecinos en la ciudad depende en gran medida de este servicio público,” concluyó Espinoza, reconociendo la importancia de mantener el transporte accesible y eficiente. A nivel nacional, Neuquén se encuentra en el puesto 28 en cuanto a costos de boleto, un esfuerzo que el Estado municipal realiza para amortiguar el impacto de los aumentos en los usuarios y brindar un servicio adecuado.