Un oso mató a un joven corredor de montaña, en una ruta de senderismo del noreste de Italia, un hecho de características insólitas en el país mediterráneo, informaron este viernes las autoridades locales.
«Andrea Papi, de 26 años, practicaba ‘jogging’ por una zona boscosa y montañosa, cerca de la comuna de Caldes, en la región de Trentino, Tirol del Sur, ubicada en la región nororiental cuando se cruzó con el plantígrado», señaló el comunicado.
«La víctima se encontraba viva en el momento del sorpresivo ataque y se defendió con sus bastones de senderismo, los análisis del ADN deberán identificar el tipo de oso que terminó con la vida del joven», señalaron los investigadores, en base a la autopsia.
Por su parte, la familia del senderista, preocupada por no verlo regresar, les pidió ayuda a los socorristas, quienes finalmente encontraron su cuerpo en la madrugada del jueves, «caído dentro de un barranco, con profundas heridas en el cuello, los brazos y el estómago, algunas de ellas claramente provocadas por un animal carnívoro», consignó hoy la agencia de noticias AFP.
Asimismo un grupo de vecinos y de especialistas piden la identificación y el sacrificio del animal atacante.
En ese sentido, la ONG ambientalista «Fondo Mundial para la Naturaleza», (WWF, World Wide Fund for Nature), organización conservacionista independiente internacional, consideró que «el oso que mató al senderista debe ser eliminado».
Anteriormente a este episodio fatal, en marzo, un hombre fue atacado por un oso no muy lejos del mismo lugar, abriendo el debate sobre la peligrosidad de estos plantígrados, que son numerosos en esa región.
Gracias al proyecto «Life Ursus» se volvió a introducir osos en la provincia autónoma de Trento entre los años 1996 y 2004. Ya en 2021 se registró un número de 69 ejemplares en áreas de ese territorio italiano.
«Estos hechos suceden y se repiten por la ausencia de una política preventiva para ese tipo de animales», denunció Annamaria Procacci, vocera de la Asociación Nacional de Protección de los Animales (Enpa),
«El hombre no es una presa para el oso. Por el contrario, el oso es un animal particularmente temeroso, que se mantiene alejado» de los humanos, explicó a la agencia AFP la ecologista, que lamentó la falta de esfuerzos para «desaconsejar el acceso a esas zonas, especialmente donde existen osas con crías», dijo.
«Retirar a ese ejemplar disminuye los riesgos de otros incidentes similares en la región, y puede mejorar la aceptación de la especie, por parte de la población», indicaron fuentes de esa organización.
Se calcula que existen entre 120 y 200 osos a lo largo de la península italiana, principalmente en Trentino y Abruzos, dos de las veinte regiones que conforman la república italiana, pero este es el primer incidente fatal que registraron oficialmente las autoridades.