Sheldon Thomas, de 35 años, fue acusado y condenado a 25 años de cárcel por el homicidio de Anderson Bercy, de 14 años, y las lesiones de otro adolescente, el 24 de diciembre de 2004, en un tiroteo en Brooklyn.
Tras ordenar una nueva investigación, 18 años después, el fiscal del distrito Eric González pidió anular la condena y desestimar la acusación.
El juez Matthew D’Emic cumplió este jueves el trámite y el «Sr. Thomas salió del tribunal como un hombre libre», dijo una fuente judicial a la agencia AFP.
En un inicio, la fiscalía aseguró que en el tiroteo participaron Thomas y otras dos personas pertenecientes a una misma pandilla, aunque según las pruebas, solo dos armas fueron usadas para realizar disparos desde el interior de un auto.
Además, una testigo identificó a dos personas que viajaban en ese coche, pero ninguna era Thomas.
A pesar de eso, un detective le mostró una foto de otra persona, también llamada Sheldon Thomas, que sacó de una base de datos de la policía, a la testigo, y lo reconoció como uno de los autores del tiroteo.
Según la nueva investigación, los policías implicados en el caso estaban decididos a detener a Thomas y utilizaron el procedimiento de identificación defectuoso como excusa.
En una audiencia durante el año 2006 se descubrió la existencia de la falsa identificación, pero el juez decidió seguir adelante con el proceso alegando que había causa probable para detener a Thomas, basado en «información verificada de personas desconocidas que habían llamado» y en el hecho de que se parecía al otro Thomas, identificado en la fotografía.
Antes de que empezara el juicio, la fiscalía retiró las acusaciones contra uno de los sospechosos y el juez absolvió al segundo acusado. Pero Thomas fue condenado a 25 años de cárcel por homicidio en segundo grado e intento de homicidio.
La nueva investigación concluyó que al acusado se lo privó de un «proceso debido en cada etapa» y que fue víctima de una «condena fundamentalmente injusta».
También afirmó que a pesar de las afirmaciones de la policía, los fiscales, el juez de primera instancia y un panel de apelación, el acusado y su homónimo mostrado en la fotografía no se parecen.
La defensa mostró a 32 estudiantes de derecho una foto del acusado y la que fue usada como prueba en el primer juicio, de los cuales 27 concluyeron que el acusado no era el de la foto.
De los otros cinco, solo uno pensó que el Thomas de la foto era el acusado.