Durante un operativo llevado adelante por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, con puesto en Dique Catriel, se decomisó más de media tonelada de costillares que intentaban ingresar en la caja una camioneta pick up.
Según estiman desde la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica, el contrabando tenía origen en 25 de Mayo en La Pampa con destino en Neuquén
«No se puede ingresar carne con hueso a la Patagonia», recordó Luciano Soto, referente de Senasa, quién agregó que este tipo de acciones ponen en riesgo la salud pública ya que tiene como fin las carnicerías, donde se vende a los consumidores sin que se tengan los protocolos ni cadena de frio correspondiente.
El caso fue detectado durante un control de rutina y contó con el apoyo de la Policía de Río Negro. Según Soto, una vez terminado el decomiso, se eliminó el contrabando por medios no contaminantes, aplicando químicos previos al entierro del costillar.
Desde el SENASA recomendaron asegurarse cuál es la procedencia de la carne: si ingresó desde el norte del Río Colorado, es seguro que haya sido de manera ilegal sin los protocolos y cuidados de calidad que corresponden para garantizar su consumo de manera responsable, finalizó Soto