La vicepresidenta, Victoria Villarruel, quitó meses atrás un busto del ex presidente Néstor Kirchner del Salón de las Provincias del Senado y lo reemplazó esta tarde por uno de la ex primera mandataria argentina Isabel Perón. Durante la inauguración, la titular de la Cámara alta direccionó dardos semi encubiertos al cristinismo y al camporismo, en particular, al preguntar el paradero de “aquellas personas que dejaron a una mujer, cuyo apellido es Perón, a merced del terrorismo al que combatió, por el gobierno de facto que la encarceló y, finalmente, por una clase política que la desterró”.
Más allá de la reivindicación, la titular del Senado dejó en claro que no venía a “ensalzar su gestión ni su gobierno, sino a cumplir con un acto de reparación histórica hacia una mujer que, viuda y en soledad, debió soportar más de 40 años de persecución y ostracismo”.
“No somos pocos los argentinos que, aun compartiendo en poco, mucho o en nada sus ideas, valoramos el coraje y el patriotismo con que afrontó la ingratitud y las ofensas de sus enemigos, que no fueron pocos”, resaltó la Vicepresidenta.
El desenlace se dio tras meses de disputa entre Villarruel y el Frente de Todos, cuando una de las máximas referentes y fundadora de La Libertad Avanza dio la orden de retirar del mismo salón el busto del ex presidente Néstor Kirchner. “Lo sacamos porque no fue senador, no fue vicepresidente, no soy su viuda y aquí tiene que haber igualdad de todos los espacios. Simplemente por esa razón”, argumentó en ese momento la titular de la Cámara alta.
Horas antes del acto de esta tarde, realizado durante el “Día de la Lealtad” que celebran diversas ramas del ahora recordado Partido Justicialista, Villarruel publicó en la red X imágenes de un encuentro que tuvo el jueves pasado, según corroboró Infobae, con la propia Isabel Perón. En el posteo, sostuvo que fue la “primera presidente mujer del mundo y de la Argentina constitucionalmente elegida”. Y sumó: “Vicepresidente como yo y argentina bien nacida”.
Ya en el Senado, quien comanda la Cámara alta expresó que la ex primera mandataria “nunca pidió venganza, ni criticó a los cobardes que la habían perjudicado ni, mucho menos, alzó su voz contra nuestro país”. En esa línea, observó que, “por el contrario, revelando una dignidad tan elevada como su coraje, hizo del silencio un martirio”.
“Qué diferencia con los políticos actuales, ¿no? Por muchísimo menos, los vemos victimizándose sin conocer lo que es afrontar el peligro, el destierro ni, mucho menos, la prisión. Ya tienen el hábito miserable del llanto y de la indignación selectiva”, manifestó Villarruel.
“Hoy termina el silencio cómplice y se alza el grito estridente de lo que siempre ha debido ser: Isabel Martínez de Perón, no ‘Isabelita’, vuelve a tener la voz que nunca debieron de quitarle. Confío que, reflexionando sobre estas virtudes, los argentinos daremos los primeros pasos hacia la necesaria pacificación nacional. El país está dividido y en ruinas, no es posible ni siquiera soñar un gran proyecto de nación donde reina el odio y el enfrentamiento”, sugirió la vicepresidenta.
Por último, Villarruel interpeló “al pueblo argentino, sin distinción de ideologías, a la ardua tarea de promover esa paz, que resulta indispensable para levantarnos”. Y advirtió que “sólo una condición se requiere para no condescender a la discordia: un profundo amor por la Patria”.