Los ladrones rompieron los vidrios de los vehículos estacionados al otro lado del río Agrio y se llevaron todas las cubiertas de los mismos.
Los afectados, que dejan sus autos al otro lado del río y caminan unos 2 kilómetros hasta llegar a sus casas, se encontraron con la desagradable sorpresa al regresar de sus trabajos el sábado por la mañana.
La situación es particularmente difícil ya que el camino para llegar a sus domicilios implica recorrer unos 25 kilómetros de camino rural, el cual no siempre está en buenas condiciones.
Las imágenes que los afectados compartieron muestran los vehículos sin ruedas completas, lo que ha generado indignación en la comunidad y preocupación por la seguridad en la zona.
Ante este hecho, los vecinos y trabajadores afectados han realizado la denuncia correspondiente y esperan que las autoridades investiguen lo sucedido y tomen medidas para evitar futuros robos en la zona.